Eran aproximadamente las 11: 00 am cuando Joaquín Ramírez inició su informe de 100 días de gestión; lo más probable es que antes de su presentación ya había tomado conocimiento que la Fiscalía de lavado de activos estaba realizando varios allanamientos en inmuebles vinculados con la Universidad Alas Peruanas en el caso por presunto lavado, que involucra a nuestro actual alcalde; con ello marcaba una mayor expectativa sobre su presentación y discurso.
Un auditorio repleto recibió a la autoridad edil en medio de hurras y vitoreos; pancartas y palabras de aliento fueron exhibidas y expresadas en todo momento de su alocución; este contexto trajo recuerdos de las épocas de campaña, pues los asistentes más parecían una portátil electoral que funcionarios municipales o representantes del empresariado y sociedad civil (si es que fueron invitados).
El inicio de su intervención se centró en resaltar de que siempre será un gobierno de puertas abiertas y que estará siempre pendiente de desarrollar su plan de gobierno propuesto en la campaña; inmediatamente pasó a exponer sus proyectos emblemáticos, y de manera descriptiva y puntual dio a conocer “el estado de la cuestión” de cada uno de ellos; apoyado en una presentación no tan amigable explicó las gestiones en curso; sin embargo, la gran limitante fue la presentación presupuestaría pues indicó la recepción de importantes montos para la ejecución de estos proyectos; pero no especificó si con los montos recibidos se ejecutaría el proyecto en su totalidad; además de no especificar el tiempo y los plazos de ejecución de los mismos, con ello su exposición se vio un tanto limitada técnicamente.
Ha sido una constante escuchar a Ramírez decir que ha encontrado una municipalidad quebrada y desordenada; ello le ha dado pie a ser duramente crítico con el gobierno saliente, desnudando su poca capacidad de gestión al punto que en algún momento de su exposición los ha tildado de “idiotas”; a su vez ha catalogado su gestión como un gobierno de acciones prácticas y decididas, que no le teme a las denuncias pues, en un momento de su intervención habló de las mismas y lo que dijo fue “Seguramente ya me enjuiciará… una raya más al tigre, está bien”
Entre cada una de las intervenciones se escuchaban con mayor fuerza las hurras y vitoreos, los mismos que fueron advertidos y criticados desde las redes sociales lo que sirvió para que seguramente algún personal de comunicaciones modere las mismas y de un momento a otro se pase del exceso de hurras a los aplausos; a la par en redes sociales se tenía un debate particular en el cual posturas a favor y en contra de la gestión manifestaban su punto de vista; lo lamentable de este debate fue que el moderador de la transmisión eliminó todo comentario crítico a la gestión.
“No trabajes para mí, no trabajes para esta gestión, trabaja para tu ciudad”, ha sido tal vez una de las frases que se rescatan de la intervención del alcalde en funciones quien en todo momento ha resaltado que los avances mostrados son consecuencia del trabajo de su equipo de gestión; un Joaquín Ramírez intranquilo, pero seguro en su discurso habló de poner autoridad y voluntad para poder gobernar y hacer viable esta ciudad.
Al finalizar su exposición no tuvo más remedio que hacer frente a los cuestionamientos de la prensa que se centraron en el allanamiento que se estaba desarrollando; respecto a ello y un tanto incómodo manifestó que toda una vida se ha puesto a derecho y que en lo personal asume que es una decisión un tanto abusiva; y que sin embargo se mantiene tranquilo pues, quien no la debe no la teme, ya que su recorrido empresarial extraordinario e intachable lo avalan. Dato curioso; a pesar de que la prensa local al final de la intervención del alcalde centró sus preguntas en el tema del allanamiento, sus titulares (sobre todo de los medios escritos) se han centrado en resaltar los “100 días de gestión eficiente”.
Las casi tres horas que duró su exposición nos han dejado una radiografía de la crisis que atraviesa la municipalidad como institución, pero también Cajamarca como provincia; se vio poco de la articulación hacia los distritos y centros poblados; ha sido una exposición de cien días de gestión de la ciudad y no de la provincia. No se puede gestionar si no se recupera el principio de autoridad, pero tampoco si no se establecen canales claros no solo para dirigirse a los vecinos y hacerles escuchar lo que a la autoridad le parece apropiado; también se hace necesario establecer canales de transparencia y rendición de cuentas que permitan a la ciudadanía hacer efectivo su derecho a participar e involucrarse. Por el bien de Cajamarca se espera que la gestión en curso aterrice cada una de las metas programadas y las haga efectivas más allá del corto plazo.