Noruega prohibió importar bienes y servicios de empresas que contribuyan directa o indirectamente a los asentamientos ilegales israelíes en los territorios palestinos ocupados por constituir una violación flagrante del derecho internacional, según informaron el miércoles medios.

En 2022, el Gobierno noruego decretó que la marca “made in Israel” sólo es apta para productos procedentes de territorios bajo control israelí antes del 4 de junio de 1967 [en vísperas de la guerra de los Seis Días en 1967 en la que el régimen de Israel ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza y el este de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén)].

Oslo declaró que “los alimentos procedentes de zonas ocupadas por Israel deben etiquetarse con la zona de la que procede el producto y señalar que procede de un asentamiento israelí, si ese es su origen”, y subrayó que esto se aplicaría a los territorios ocupados de los Altos del Golán y Cisjordania, incluido Jerusalén Este.

El mismo miércoles, el Comité Nacional Palestino para el BDS acogió la medida de Oslo. Señaló que la decisión “seguía a la decisión de la alcaldesa de Barcelona [Ada Colau] de congelar las relaciones con el régimen colonial y de apartheid israelí”.

El 8 de febrero, el municipio de Barcelona, en el norte de España, informó de la suspensión de nexos con Israel, incluido el acuerdo de hermanamiento firmado hace 25 años, y calificó a Israel de régimen de ‘apartheid’.

Colau dijo que el paso continuará “hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos contra la población palestina”.