El Gobierno bielorruso ha participado presuntamente en la deportación ilegal de niños de los territorios de Ucrania ocupados por Rusia, denuncian en un informe preliminar líderes de la oposición bielorrusa en el exilio.
La Dirección Nacional Anticrisis, un grupo de opositores políticos al Gobierno del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó en el informe que 2.150 niños ucranianos, incluidos huérfanos de entre 6 y 15 años, fueron llevados a los llamados campos de recreo y sanatorios en territorio bielorruso.
Reuters no recibió respuesta a las preguntas enviadas a la oficina de Lukashenko. El ex fiscal superior de Ucrania dijo a Reuters el año pasado que hubo casos de deportaciones forzosas de ucranianos a Rusia y Bielorrusia. La fiscalía ucraniana no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios el martes.
Alrededor de 20.000 niños han sido trasladados ilegalmente a Rusia desde la invasión total de Ucrania el 24 de febrero de 2022 y algunos han sido dados en adopción, ha denunciado Ucrania.
En marzo, la Corte Penal Internacional (CPI), el tribunal permanente de crímenes de guerra del mundo, emitió órdenes de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y su defensora de los derechos de la infancia, Maria Lvova-Belova, por dos cargos de crímenes de guerra por trasladar a cientos de niños ucranianos a Rusia.
Yulia Ioffe, profesora adjunta del University College de Londres y especialista en legislación sobre los derechos del niño, afirmó que, de confirmarse la acusación, sería “muy probable” que Bielorrusia estuviera violando la Convención sobre los Derechos del Niño.
“Las acciones de Bielorrusia también pueden equivaler al crimen contra la humanidad de ‘deportación o traslado forzoso de población’ según el Estatuto de Roma de la CPI, siempre que haya pruebas suficientes de que los traslados forzosos son generalizados o sistemáticos”, dijo Ioffe.
En cualquier caso, Bielorrusia no puede considerarse un país neutral al que evacuar legalmente a los niños, porque no hay indicios de que Ucrania haya dado su consentimiento, afirmó.
El informe afirma que los niños ucranianos fueron trasladados al sanatorio bielorruso Golden Sands, en la región de Gómel, y al sanatorio Ostroshitsky Gorodok y al campo de Dubrava, en la región de Minsk.
Los traslados de niños a Bielorrusia fueron ilegales y violaron las Convenciones de Ginebra y el estatuto de la CPI, según el informe.
Un primer grupo de aproximadamente 350 niños llegó de la región ocupada de Donetsk los días 5 y 6 de septiembre, seguido de un segundo y un tercer grupo a finales de septiembre y mediados de octubre, según el informe. En abril y mayo de este año se realizaron traslados adicionales.
Los niños fueron trasladados en autobús a Rusia desde los territorios ucranianos en manos rusas y, posteriormente, en tren a Bielorrusia.
“Lukashenko ordenó personalmente los traslados de los huérfanos a Bielorrusia y facilitó su llegada mediante apoyo financiero y organizativo”, afirmó la organización, acusándolo de crímenes de guerra.