Los fondos de inversión abandonaron la renta variable europea la semana pasada en favor de los valores de Estados Unidos y Japón, según se desprende de notas a clientes de JP Morgan (NYSE:JPM), Morgan Stanley (NYSE:MS) y Goldman Sachs (NYSE:GS), a medida que los sólidos datos económicos impulsan los mercados de renta variable de ambos países.
Los Commodity Trading Advisors, fondos de cobertura que utilizan algoritmos para negociar las tendencias de los mercados, abandonaron las bolsas europeas y de Hong Kong y se han decantado por Estados Unidos y Japón, según muestra una nota de JP Morgan consultada el lunes.
Estos fondos han tomado la mayor posición alcista en valores japoneses vista en unos dos años, mientras que en acciones británicas fueron “las más recortadas en mayo”, decía la nota.
Un sólido dato laboral en EEUU y el alivio de haber evitado la crisis del techo de la deuda estadounidense impulsaron el viernes al índice S&P 500 a su nivel más alto desde el pasado agosto, mientras que los inversores apuestan a que el Banco de Japón mantendrá su política monetaria ultralaxa, impulsando el lunes al Nikkei a un máximo de 33 años en su mayor ganancia diaria desde el 18 de enero.
Las compras netas de los “hedge funds” en valores norteamericanos alcanzaron el nivel más alto que Goldman Sachs había visto en unos cinco meses, lideradas por las inversiones en tecnología de la información, productos básicos de consumo y atención sanitaria, según una nota de Goldman Sachs a los clientes.
La venta neta en acciones energéticas estadounidenses alcanzó máximos de 10 semanas y se acercó a los niveles más altos desde 2018, agregó su nota.
Los fondos de cobertura también adquirieron valores de compañías financieras norteamericanas, atención médica, industriales y sectores relacionados con el consumo, dijo una nota de Morgan Stanley.
Una nota separada de Morgan Stanley el lunes dijo que los mercados ahora estaban en medio de varios ciclos de ganancias “mayores pero más cortas”. Según la nota, es probable que este año se produzca una recesión en los beneficios, pero los mercados aún no la prevén.