La economía de España está muy cerca de recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia. Además, la actividad sigue creciendo con cierta intensidad frente al estancamiento de la zona euro o la recesión de Alemania. Aunque el modelo productivo parece similar al de décadas pasadas, los componentes que están impulsando el PIB por el lado de la demanda son totalmente diferentes a los del pasado. España está ‘volando’ sin su motor habitual, el más potente: el consumo privado. Por el contrario, el sector exterior parece tener un peso cada vez mayor, lo que lleva plantear la siguiente pregunta: ¿está realmente cambiando la economía española?
El buen momento del sector exterior es producto de una combinación de factores, algunos de ellos temporales, pero otros parecen el resultado de una mejora de la competitividad de la economía nacional. Aún es pronto para dar una respuesta definitiva, pero lo que está ocurriendo hoy con la economía nacional puede ser el reflejo de algo mucho más profundo. Ni Rusia ni el covid han podido con el sector exterior español.
El PIB de España está mostrando un comportamiento inusual. La economía está acelerando y creciendo muy por encima de la media de la zona euro pese al letargo del consumo privado. Las exportaciones, la inversión en maquinaria y el turismo están detrás de este crecimiento. ¿Es este cambio cosa de dos días o estamos ante una nueva España?
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto de los hogares habría experimentado una disminución del 3% entre septiembre de 2022 y marzo de 2023. Los economistas de BBVA Research lo analizan en términos anualizados, lo que permite proyectar qué sucedería si se mantiene la tendencia durante un año: la caída del consumo sería de aproximadamente un 6%. Si se excluye lo ocurrido en el año 2020 –el covid desvirtuó los indicadores económicos-, este periodo representaría la mayor contracción observada en esta variable desde 1980. En ninguna de las crisis vividas desde entonces, las familias habrían tomado la decisión de realizar un recorte similar en su consumo. Sin embargo, el PIB avanza gracias a otros motores.
La evolución de la economía española ha sido mejor de lo que se esperaba. “En parte, la sorpresa positiva se debe a la distensión de los precios de la energía, que se ha producido antes de lo que se esperaba. Las medidas que se tomaron, tanto en España como en la mayoría de los países desarrollados, han ayudado a amortiguar el impacto de la crisis energética. En España, además, ha sorprendido la excelente evolución del sector exterior”, añaden los economistas de CaixaBank Research.
La demanda nacional lleva dos trimestres en retroceso, sin embargo, el PIB acelera, algo inaudito. Entre el cuarto trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023, la demanda nacional acumula un descenso superior al 1,5% en términos reales. Pero ello ha sido más que compensado por el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios, que crecían un 10,2% interanual en el primer trimestre del año.
La buena evolución del sector exterior también se ve reflejada en la cuenta corriente, que el año pasado se mantuvo en positivo a pesar del fuerte encarecimiento de las importaciones de energía: solo descendió 4 décimas respecto a 2021, hasta el 0,6% del PIB. Este es uno de los menores descensos de entre todos los países desarrollados. En Alemania, Francia e Italia, por ejemplo, el descenso del saldo corriente se situó alrededor de los 4 puntos porcentuales. “La diferencia es remarcable”, aseguran los expertos del CaixaBank Research.
En este 2023 es aún más sorprendente. Todo hace indicar que el sector exterior va a ser el mayor contribuyente al crecimiento nacional. La balanza de bienes y servicios ha logrado un superávit de 14.400 millones de euros en el primer trimestre del año, en comparación con el déficit de 2.100 millones del año anterior. Dentro de este resultado, el superávit del turismo ha experimentado un incremento desde los 7.400 millones en el primer trimestre de 2022 hasta alcanzar los 10.500 millones en los primeros tres meses de este año.
El Banco de España estima que 1,5 puntos de los 2,3 que crecerá España este año serán gracias al sector exterior en su conjunto -exportaciones de bienes y servicios y turismo-. España ha recuperado los niveles de PIB previos al covid pese a que el consumo no lo ha hecho. Hace años, la producción nacional era incapaz de abastecer todo el consumo interno de España, por lo que había que recurrir a los déficits por cuenta corriente. Ahora no solo es capaz de eso, sino que todavía ‘sobra’ producción para que la consuman en el exterior. España encadena ya diez años consecutivos de superávit exterior. ¿Hasta dónde llega este cambio y qué hay detrás?