El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se mostró impaciente el domingo por el resurgimiento de las manifestaciones contra su plan de reforma del sistema judicial.
La coalición nacionalista religiosa de Netanyahu tiene previsto someter el lunes a su primera lectura de ratificación un proyecto de ley que limitaría la “razonabilidad” como criterio de revisión judicial y que, según los críticos, abriría la puerta a los abusos de poder.
Los críticos afirman que tales reformas frenan la independencia de los tribunales. Netanyahu -que está siendo juzgado por cargos de corrupción que él niega- afirma que el objetivo es restablecer el equilibrio entre los poderes del Estado.
Las conversaciones entre el gobierno y la oposición se estancaron el mes pasado mientras que las protestas callejeras, que se habían calmado, han vuelto a recrudecer.
Los manifestantes planean concentrarse en el principal aeropuerto de Israel mientras el Parlamento debate el proyecto de ley de “razonabilidad”. Una importante cadena de centros comerciales anunció un cierre de un día si se aprueba la votación del lunes.
Al anunciar el plan de cierre de sus 24 centros comerciales el martes, Big Shopping Centers calificó el proyecto de ley de “razonabilidad”, si se aprueba en primera lectura, de “grave paso en el camino hacia una corrupción gubernamental claramente ilegal, y un paso más en el camino hacia la dictadura”.
“Dicha legislación sería un golpe fatal para la seguridad empresarial y económica de Israel y pondría en peligro directa e inmediatamente nuestra existencia como empresa líder en Israel”, añadió en una carta abierta.