En la historia, los huacos eróticos han sido elogiados por representar la libertad sexual de la época preincaica, pero también han sido rechazados y considerados obscenos.
La instalación de un huaco erótico en Perú ha restaurado la enemistad de algunas personas con las expresiones culturales, símil de la tensión en redes sociales entre usuarios sin biografía y hechos comprobados. El preludio de esta nueva ruptura fue en Moche (Trujillo), donde la Municipalidad Distrital, con el objetivo de promover el turismo, decidió colocar un monumento que representa la libertad sexual y la pleitesía a los dioses en la cultura mochica en la campiña de Moche, cerca de las huacas del sol y la luna.
Con tres metros de altura y en la entrada a Moche, esta escultura, que fue donada por un artista plástico, según el alcalde César Fernández Bazán, ha llamado la atención de varios turistas; las fotografías difundidas son el testimonio de esa afinidad. A pesar del rechazo de los que perciben obscenidad y de los que exigen la inhibición de este trabajo, la comuna insiste en que sea la carta de presentación de los que decidan visitar su ciudad.
Origen de los huacos eróticos
Para sumergirse en la historia de los huacos eróticos, que eran de barro y que tuvieron mayor proliferación en la costa norte del Perú, hay que destacar que, antes de la cultura mochica, civilización preincaica que consagró este arte, ya habían sido elaborados, aunque con menor éxito, por otras culturas, como la vicús, virú y salinar.
“Gracias al íntimo conocimiento del cuerpo y del alma, el hombre mochica, al revelarse en su arte, nos permite hoy leer como en un libro abierto toda su vida y hacer un estudio no solo de sus reacciones espirituales, sino también, en forma vívida, de todas las manifestaciones humanas”, escribió el pionero de la arqueología peruana Rafael Larco Hoyle, en su libro Los mochicas. “En la cerámica, por eso, se halla perfectamente evidenciado el sentimiento religioso más puro, así como las manifestaciones más abyectas del erotismo”, agregó.
Este tipo de trabajos no solo representaba a personas, entre heterosexuales y homosexuales —a los que se les confería poderes sobrenaturales y se les consideraba fuentes de buena suerte, de acuerdo a la investigación del educador Enrique Martínez-Salanova Sánchez compartida en su blog—, sino también a la flora y la fauna local, como perros, sapos, etc.
Asimismo, Rebeca Carrión comenta en su libro La religión en el antiguo Perú que “fueron inspirados por el anhelo vital del indio de obtener abundancia de alimentos de su actividad básica, la agricultura”.
En el museo Larco, que fue fundado en 1926 por el mismo Larco Hoyle y que tiene cerca de 45.000 piezas arqueológicas, se describe al erotismo de la cultura mochica.
“Las representaciones eróticas en el antiguo Perú alcanzan su esplendor (…) con la cultura mochica, no solo por el volumen sino sobre todo por la habilidad artística expresada en cada una de ellas. Con un profundo conocimiento de anatomía, el artista mochica esculpe fragmentariamente el cuerpo humano y acabadas representaciones de los genitales, el acto sexual y el parto. En todas las piezas se muestra a la perfección el detalle: elaboradas con maestría no se limitan simplemente a reproducir, son verdaderos retratos psicológicos”, reza la descripción.
¿Cuál es la importancia de los huacos eróticos?
Este tipo de expresiones culturales son importantes porque definen las costumbres, en este caso, sexuales de una determinada comunidad como, ahora, la de la cultura mochica. Según Rafael Larco Hoyle, en su libro Checa, están divididos en cuatro tipos: los que representan erotismo naturalista (coito que lleva a la fecundación y que evita la concepción); los que representan erotismo religioso; los vasos moralizadores y los vasos humorísticos.
El pionero de la arqueología peruana Rafael Larco Hoyle fue el fundador del Museo Larco. Foto: Museo Larco
En el primer caso, respectivamente, indicó que se habría “aceptado los vasos representativos de coitos naturales como ofrenda funeraria por un motivo de vital transcendencia, el de la fecundación o propagación de la especie (…) a fin de evitar la concepción”. En el segundo caso, aseguró que “los mochicas quisieron “con estas escenas convertir a su Divinidad en el centro del poder de la fecundación. Buscaron divinizar el amor para dejar un testimonio de que el amor es la fuerza creadora del mundo”.
Huacos eróticos y su presencia en otras culturas del mundo
En todo el planeta, existen distintos lugares donde se reproducen algunas expresiones, tanto antiguas como contemporáneas, sobre el erotismo y la sexualidad. En algunos puntos, sufren el mismo antagonismo, pero en otros casos hay total sintonía con su población. A continuación, presentamos cinco casos.
Francia:
En París, exactamente en el Boulevar de Clichy, está el Museo del Erotismo, que fue construido sobre un antiguo cabaret y que está a tan solo unos metros de otro: el Molino Rojo. En este lugar se exhiben las tendencias sexuales desde el siglo XIX hasta el siglo XX de Francia. Tiene una colección, por ejemplo, de representaciones fálicas prehistóricas y de las implicaciones religiosas en estas prácticas.
El Museo del Erotismo está a unos metros del cabaret Molino Rojo. Foto: Página siete
Holanda:
En este país, donde las prostitutas tienen licencia para operar siempre y cuando paguen impuestos por sus servicios y tengan seguro de vida privado, está el Venus Temple, uno de los museos eróticos más famosos en el mundo. En sus inicios, solo tenían instrumentos eróticos y sexuales del siglo XIX. Ahora, bajo el lema “La cosa más natural del mundo”, exhiben material audiovisual sobre las incontables formas del “juego sexual” en los siglos remotos.
El Venus Temple es uno de los museos más antiguos en el mundo. Foto: Vuelaviajes
España:
En el Museo Erótico de Barcelona, ubicado en La Rambla y que está a seis kilómetros del Camp Nou, se repasa la evolución del erotismo a través de distintas campos artísticos “desde un punto de vista antropológico, arqueológico y literario, entre otros”, como escriben en su página web. Además, como se lee, “tienen más de 800 piezas de gran valor histográfico”, que explora la historia desde Grecia y Roma hasta 1920, y puedes tener un recorrido por los inicios del cine pornográfico español, colección que había sido encargada por Alfonso XIII, antiguo rey de España.
El arte erótico expuesto en este museo aborda varios campos como la literatura y la arqueología. Foto: Museo Erótico de Barcelona
República Checa:
En Praga, donde nació el escritor Franz Kafka, se puede visitar uno de los puntos más extravagantes del mundo: el Museo de Máquinas Sexuales de Praga. En este lugar, como dicta su denominación, se pueden encontrar varios instrumentos que se usaban para incrementar el placer sexual. Sin embargo, también se presentan algunos artefactos que servían para lo contrario, como la máquina de electroshock; esta, según se creía en la época, curaba del onanismo a las personas. También hay fotografías y un amplio catálogo.
En el museo de Praga muestran varias instrumentos para el placer sexual. Foto: La Capital
Huaco erótico en Moche impacta a los turistas por la sexualidad representativa de la cultura
Un gigante huaco erótico se ha inaugurado en la campiña de Moche, cerca de las huacas del sol y la luna. El monumento que dispuso la Municipalidad Distrital de Moche representa la libertad sexual de la cultura mochica, ha impresionado a turistas y miembros de la comunidad local.