La canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin se reunieron en Moscú y ambos expresaron sus puntos de vista respecto a la situación en Afganistán, tema que se unió a la exigencia de liberar al opositor ruso Alexéi Navalny, la inestabilidad en Ucrania y el controversial gasoducto Nord Stream 2.
Este viernes 20 de agosto, Angela Merkel celebró una reunión con el presidente Vladimir Putin en Moscú, que trató principalmente sobre la situación que enfrenta Afganistán con el ascenso al poder de los talibanes desde el domingo.
Los líderes europeos presentaron visiones contrapuestas respecto a la situación en el país asiático, aunque ambos expresaron preocupación al respecto. Por su parte, Putin dijo que era importante mantener buenas relaciones con el nuevo Ejecutivo Talibán, respetando su realidad social, y también evitar la injerencia extranjera en la nación de mayoría musulmana.
“El movimiento Talibán controla a día de hoy prácticamente todo el territorio del país, incluida la capital. Esta es la realidad. Y, precisamente, debemos partir de ella sin permitir, sin lugar a dudas, la desintegración del Estado afgano”, dijo Putin durante la rueda de prensa conjunta en el Gran Palacio del Kremlin.
El líder ruso hizo especial hincapié en la importancia de respetar los valores y las diferentes tradiciones culturales del país, ahora en manos de los talibanes, y criticó a las potencias occidentales por intentar imponer sus valores allí.
Además, el mandatario también añadió que Occidente tenía la responsabilidad de mandar ayuda humanitaria a Afganistán para “normalizar” la situación que están viviendo millones de afganos.
Por otro lado, Merkel reconoció que es necesario establecer un diálogo con los talibanes para poder preservar la seguridad de muchas de las personas que viven en el país asiático. No obstante, también señaló que el Talibán había recibido más apoyos internacionales de “los que habrían querido”.
“Ahora habrá que dialogar con los talibanes (…) e intentar salvar a aquellos cuya vida está amenazada para que puedan abandonar el país”, dijo Merkel durante la misma rueda de prensa desde el Kremlin.
Navalny, Ucrania y Nord Stream 2, los temas sobre la mesa de Merkel y Putin
La veterana política alemana también aprovechó su encuentro para exigir la liberación inmediata del opositor Alexéi Navalny. Durante su conversación en el Kremlin, ese fue otro de los temas de ruptura entre los mandatarios dentro de una larga lista de diferencias en la forma de hacer política de los dos dirigentes. Algo que Merkel aseguró, no importaba para seguir manteniendo contacto.
“Aunque hoy en día tenemos profundas diferencias, hablamos el uno con el otro y eso es algo que debe seguir ocurriendo”, dijo Merkel antes de sentarse a conversar con Putin en el Kremlin, donde se celebró la reunión.
La visita de la representante de la CDU coincidió con el aniversario del envenenamiento de Navalny en 2020, cuando tuvo que ser trasladado para recibir tratamiento médico en Alemania, donde las autoridades dijeron que las pruebas demostraban que había sido envenenado con un agente nervioso desarrollado por la Unión Soviética.
Navalny, el crítico más abierto de Putin, pasó cinco meses en Alemania hasta recuperarse del envenenamiento del que culpó al Kremlin, algo que las autoridades rusas niegan.
Un mes más tarde el opositor fue condenado a dos años y medio de prisión por no respetar la libertad condicional impuesta por una sentencia de malversación de fondos de 2014. Esta decisión es una de los temas más delicados entre las grandes potencias mundiales y Rusia, a quien acusan de perpetrar una persecución política contra Navalny.
La situación en el este de Ucrania ocupó un lugar destacado en la agenda de las conversaciones del viernes. Alemania y Francia han tratado de ayudar a intermediar para conseguir un acuerdo pacífico que termine con los enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los independentistas respaldados por Rusia en la región del Donbás, que ya se han cobrado la vida de más de 14.000 personas desde 2014.
Respecto a la delicada situación en la frontera este del país, Putin aseguró que parece que Kiev quiere adoptar una legislativa que significaría su salida unilateral del tratado de paz firmado por los dos países sobre la región. No obstante, el antiguo trabajador de la KGB acordó con Merkel que intentaría agilizar las conversaciones con el Gobierno ucraniano en las próximas semanas.
Merkel tiene previsto viajar de vuelta a Berlín el viernes por la noche y dirigirse a Kiev el domingo para reunirse con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, encuentro en el que previsiblemente también hablará sobre la situación con Rusia.
Otro tema de discusión con Putin fue el gasoducto Nord Stream 2, casi terminado -Putin aseguró que solo le quedan 15 kilómetros por construir- y que llevará gas natural de Rusia a Alemania. El proyecto es apoyado por Berlín y Moscú pero ha causado la indignación de Estados Unidos y de algunos países europeos, aunque Alemania se ha movido para que estos permitan su finalización.
Sus detractores afirman que el gasoducto amenaza la seguridad energética europea, aumenta la influencia de Rusia y supone un riesgo para Ucrania y Polonia al pasar por encima de ambos países. Algo por lo que Merkel le propuso a Putin que extendiera el acuerdo energético con Ucrania -uno de los detractores del Nord Stream 2- más allá del 2024.
A algunos países europeos les preocupa que Putin ponga en el camino dificultades para enviarles gas o que suba los precios después de que su coste alcanzara un récord histórico este año. Pero el presidente ruso sostiene que no planea hacer algo parecido.
“No podemos firmar un contrato de tránsito si no tenemos contratos de suministro con nuestros consumidores en Europa (…) Necesitamos obtener una respuesta de nuestros socios europeos sobre la cantidad que están dispuestos a comprar”, dijo Putin ante los periodistas.
El lazo entre Alemania y Rusia
Durante toda su carrera política -antes de abandonarla el próximo septiembre con las elecciones nacionales-, Angela Merkel ha mantenido una relación directa con Vladimir Putin por las más de dos décadas que el ruso lleva dirigiendo el país.
Antes de llegar al Kremlin para celebrar la reunión, la canciller alemana depositó un ramo de flores frente a la llama de la Tumba del Soldado Desconocido, un monumento que recuerda a los caídos en la guerra contra la Alemania nazi (1941-45) y el importante papel de los soldados soviéticos para finalizar la guerra y acabar con el dominio de Hitler en la región.
Con otro ramo de flores, Putin esperaba a Merkel, que las recibió con una sonrisa antes de sentarse a hablar sobre temas decisivos para gran parte del mundo.
Los expertos resaltan los lazos culturales y de proximidad entre Alemania y Rusia para entender esta relación cordial entre sus mandatarios a pesar de defender líneas políticas completamente distintas. Merkel habla ruso con fluidez y, del mismo modo, Putin habla en alemán a la perfección tras servir como agente de la KGB en Dresde, Alemania, durante los últimos años de la Guerra Fría.
“Alemania es uno de nuestros principales socios en Europa y en todo el mundo gracias a sus esfuerzos durante los últimos 16 años”, sostuvo Putin.
Una relación que podría cambiar con la elección de un nuevo o nueva dirigente el 26 de septiembre con las elecciones nacionales en Alemania.