La estrategia de desarrollo del Perú, no está basada en la industrialización, del país, sino básicamente en la expansión de las actividades extractivas de los recursos naturales, llámese minería, pesca, petróleo, gas.
También hay actividades de carácter industrial pero son modestas y no constituyen una fuerza económica, importante, sin embargo tenemos nuestros recursos naturales, saliendo a otros mercados como materia prima y retornando con importantes trasformaciones, con mayor valor agregado, que nuestra economía, las consume y paga sin protestar y a precios cada mayores.
En la década del 60, 70 se impulsaron políticas publicas de sustitución de importaciones y se desarrollaron como consecuencia importantes fabricas que producían mercancía para el mercado local e internacional, con valor agregado peruano, generando fuentes de trabajo, ingreso al estado y dinamizando a la economía en una cadena de valor.
Con al llegada de los gobiernos neoliberales desde los 80, las empresas públicas fueron privatizas, el mercado fue abierto sin mayor control con decir que somos una de las economías más abiertas de Latinoamérica, junto Chile. Que hemos logrado con ello, que nuestra industria nacional, practicante desaparezca y lo que hoy tenemos con mucho dinamismo es a empresas comercializadoras, empresas importadoras, de productos principalmente del Asia y EE.UU.
Este gobierno, ha llegado con el mensaje de cambio, apostando por una nueva industrialización y lamentablemente no vemos, no sabemos aún en que consisten esas propuestas. En la lógica de ayudar al debate y poner los temas en la mesa, creemos que la propuesta de nueva industrialización debería, considerar en primer lugar transformar los principales productos, que hoy en día exportamos como materia prima, eso que implica, establecer políticas, que obliguen a efectuar trasformaciones paulatinas de la materia prima en productos semi elaborados y luego productos elaborados.
Otro elemento que debemos considerar es impulsar la construcción de industrias que produzcan todo tipo de aceros, hoy productos escasos, con precios cada vez crecientes , que requiere el mercado nacional y le mercado sudamericano. Es factible con un buen nivel de inversión e incorporando tecnología adecuada, de países desarrollados, se impulse la creación de industrias que produzcan aceros comunes y especiales, para el consumo internos y regional.
La industria del acero es considerada gran industria, requeriría una gran inversión, se tendrá que invitar a que el capital nacional y extranjero, que quiera invertir , para ganar, apueste por estos proyectos. Estamos seguros que demostrada la rentabilidad de esa industria, los inversores no demoraran en apostar su fichas , para concretar ese proyecto.
Otra gran industria en la que el país, tiene experiencia, capacidad técnica y personal calificado, es al industria naviera, debemos apostar fuertemente en esta opción industrial y brindarle las facilidades normativas, recursos humanos, crediticias, para atender al mercado local y regional.
La nueva industrialización también debería considerar como una industria bandera la industria textil y confecciones, en este rubro tenemos experiencia, mano de obra calificada, materia prima no común, hay que fomentar la modernización, incorporando tecnología moderna, así como nueva herramientas en diseño, procesos, calificación, capacitación de toda la cadena productiva, con centros de instrucción superior y universitaria especializada. Impulsando una zona economía especial, que abarate costos de energía, mano de obra, vivienda, costos de terreno, de tal modo que la convierta en una industria competitiva no solo en Latinoamérica, sino con los países del Asia. Desarrollando a la vez estrategias comerciales, con la promoción de centros de distribución y venta de empresa privadas nacionales y extranjeras que lleven nuestros productos a todas partes del mundo.
La estrategia no es quedarse en estas industrias, el Perú tiene una variedad de posibilidades y factores a su favor, cono la gastronomía, la zapatería, la metalmecánica, las plantas medicinales, la producción acuícola, la madera y sus derivados, sin embargo apostar por todas al mismo tiempo, no creo que sea la mejor opción, pero si ir avanzando consolidando industrias, que genere una ola imparable de desarrollo e industrialización del país.
Apostar por una nueva industrialización no es mencionar, ni desear, solo eso no basta, tiene que haber compromiso político, decisión política, capacidad gestora, y voluntad estratégica de industrializar para cambiar al país.
Por: Roberto Contreras