“Mientras las cosas cambian rápidamente, la habilidad para predecir el futuro se vuelve mucho más difícil debido al ritmo de cambio”., eso es lo que ha dicho Elon Musk en una entrevista realizada en directo en X, la red social de su propiedad con Nicolai Tangen, director ejecutivo del fondo Norges Bank Investment Management. En ella, no obstante, el CEO de Tesla no tuvo miedo pese a sus propias palabras a predecir un futuro inmediato con no muy buena pinta, depende como se mire, pare los humanos.
Musk, conocido por su visión futurista y evaluaciones a veces inusitadas y a veces honestas sobre las tecnologías emergentes, hizo una contundente predicción sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA) y su impacto potencial en la sociedad. Según él, podríamos ser testigos de la llegada de la Inteligencia Artificial General (IAG o AGI por sus siglas en inglés) tan pronto como en 2025.
Este pronóstico ha generado un intenso debate entre expertos de la industria y entusiastas por igual. Con la IA ya impregnando varios aspectos de la vida moderna, el plazo de Musk para lograr la AGI, un sistema capaz de realizar cualquier tarea intelectual que un humano pueda hacer, ha atraído tanto fascinación como escepticismo.
Musk subrayó el crecimiento exponencial en las capacidades de la IA y el poder computacional. Enfatizó la importancia de la trayectoria de la IA, sugiriendo que la AGI pronto podría superar la inteligencia humana en habilidades cognitivas, remodelando así profundamente industrias y sociedades.
A pesar de las incertidumbres que rodean a la AGI, Musk se muestra optimista sobre sus beneficios potenciales. Imagina un futuro de abundancia donde la IA aborda desafíos apremiantes como enfermedades, cambio climático y escasez de recursos.
Reconoce los riesgos inherentes, pero enfatiza la importancia de medidas proactivas para asegurar el desarrollo y despliegue responsable de tecnologías de IA.
“Pero algunas cosas son bastante obvias de predecir. Tendremos IA o AGI a un nivel que puede realizar casi cualquier tarea cognitiva. Es solo cuestión de cuándo“, afirma.
Cabe recordar en este punto que cuando en diciembre se produjo el cisma de OpenAI que acabó con el despido y regreso de Sam Altman, se acabó sabiendo que parte de las discrepancias surgieron por un acercamiento hacia un desarrollo que levantó las cejas de algunos investigadores por su potencia.
Al parecer en la carta que le llegó a la junta directiva, estos investigadores hablaban sobre la evolución de un algoritmo impulsado con inteligencia artificial que podría ser un punto de inflexión en el desarrollo de la IA general.
El proyecto, denominado Q* (Q star), fue revelado por Reuters, aunque sin saber sus cualidades finales. Según se supo en su momento, este algoritmo tendría las capacidades de superar a los humanos en todas las tareas con valor económico, ya que al entrenarlo con enormes recursos computacionales esta IA era capaz de resolver varios problemas matemáticos y a diferencia de otros modelos que tan solo repiten la información, este podría comenzar a imitar el razonamiento y la inteligencia humana.
¿Estamos al borde de una revolución liderada por la IA, o las preocupaciones sobre su impacto eclipsarán sus beneficios? Solo el tiempo dirá, pero una cosa es segura: el debate sobre el futuro de la IA y su papel en nuestra sociedad está lejos de concluir.