Recientes descubrimientos arqueológicos en Perú han sorprendido a la comunidad científica internacional. En una región famosa por sus ruinas ancestrales, se han encontrado 35 túneles subterráneos que podrían haber sido utilizados para un secreto espeluznante. Este hallazgo ha abierto la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo estas estructuras funcionaban dentro del contexto de una cultura milenaria, mucho más antigua que grandes civilizaciones históricas como la Antigua Roma.
Los túneles encontrados bajo la tierra de este complejo de templos situado en los Andes peruanos no solo son fascinantes por su antigüedad, sino por las complejidades de su construcción. Según Heritage Daily, medio especializado en contenido sobre el patrimonio mundial, los investigadores de la Universidad de Stanford comenzaron a sospechar sobre la existencia de una galería en 2019, al notar un pequeño conducto en uno de los edificios. Sin embargo, tuvieron que detener los avances por la pandemia de Covid-19.
¿Qué encontraron los arqueólogos en los misteriosos túneles subterráneos?
Los arqueólogos del Programa de Investigación y Conservación Arqueológica Chavín de Huántar encontraron una red de 35 túneles subterráneos que había permanecido oculta durante siglos bajo Chavín de Huántar. Sin embargo, lo más insólito se encontraría en su interior.
En 2019, notaron un pequeño conducto en el Edificio D del templo. Para explorar el espacio, usaron una pequeña cámara robótica, con la que lograron descubrir una galería y una cámara donde pudieron distinguir un objeto sombrío en el suelo. Sin embargo, antes de que pudieran investigar más, se desató la pandemia de COVID-19.
Recién en 2022, John W. Rick, arqueólogo estadounidense, doctor en Antropología por la Universidad de Míchigan y catedrático en la Universidad de Stanford en California, regresó al complejo de templos junto a su equipo de arqueólogos para ingresar al pasadizo de apenas 40 centímetros de diámetro y descubrir el secreto que se ocultaba en su interior.
De acuerdo con Antamina, la empresa minera que financió la investigación, el túnel conducía a una galería que llevaba hacia un objeto que había sido avistado tres años atrás en la cámara robótica. Como imponiendo su presencia en el pequeño espacio se abrían dos cuencos de piedra. El primero, descrito con un peso de poco más de 18 kilogramos, y casi 45 centímetros de alto, era la cabeza de un cóndor andino. El otro, de aproximadamente el mismo tamaño, tenía un diseño más simple y un borde refinado.
Antamina señaló que los cuencos encontrados probablemente fueron dejados como ofrendas al cerrarse la galería hace aproximadamente 3.000 años. Mientras que Rick mencionó que el espacio parece haber tenido un carácter “puramente ceremonial” y que funcionó como un sitio de transición entre la cultura Caral, que tuvo su auge en América del Sur cuando los egipcios construían sus pirámides en el Medio Oriente.
John Rick con el cuenco antiguo de cabeza de cóndor que encontró debajo del templo. Foto: Antamina.
¿Cómo fue la cultura Chavín?
Según la web Patrimonio Mundial, la Cultura Chavín se desarrolló entre 1500 y 550 a.C., su fundación se dio varios siglos antes de la Antigua Roma, que floreció en el año 753 a.C. Su espacio más importante es el Sitio Arqueológico Chavín, ubicado en el departamento de Ancash, que es patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Es precisamente en este complejo, lleno de edificios y galerías, donde se encontraron los túneles subterráneos. Entre las principales muestras de esta cultura se encuentra el Lanzón Monolítico, una escultura de piedra de 15 pies de altura que permanece fijado entre el suelo y el techo de una de las galerías desde hace 2.500 años.
En la zona también se han encontrado restos humanos, que según el arqueólogo John Rick habrían sido sacrificadas en rituales en los que los sacerdotes y autoridades usaran drogas psicoactivas y manipulación de sonidos y luz.
La Cultura Chavín se fundó alrededor de 1500 a.C., varios siglos antes de la Antigua Roma, que se estableció en 753 a.C.
Fuente: La República
