Dos días después de que Kiev y Washington firmaran en Arabia Saudí una propuesta para un alto el fuego de los combates en Ucrania de 30 días, el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, se ha pronunciado por primera vez sobre dicha tregua. Durante la rueda de prensa con su principal aliado, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, el líder ruso se ha mostrado “a favor del alto el fuego”, aunque ha asegurado que “hay inconvenientes” y tendrá que abordar los “matices” con la parte estadounidense, lo que podría llevar a una negativa rusa a la propuesta auspiciada por Donald Trump.
El Kremlin había confirmado que Putin recibiría este jueves por la noche al enviado especial de EEUU para Oriente Medio y Rusia, Steve Witkoff, que aterrizó por la mañana en Moscú. Con él está previsto que aborde la propuesta de tregua para Ucrania que ya fue aceptada por Kiev. “El encuentro entre Witkoff y Putin tendrá lugar hoy a puerta cerrada“, dijo Yuri Ushakov, asesor presidencial para asuntos internacionales, pero no ha trascendido más información.
“Rusia está de acuerdo con la propuesta de cese de las acciones militares, pero partimos de que eso debe llevar a una paz duradera y a eliminar los motivos originarios de la crisis”, dijo Putin ante una sala repleta de medios. Se mostró dispuesto a tratar con EEUU la aplicación de la tregua, acuerdo que Washington y Kiev firmaron el martes en la ciudad saudí de Yeda. “Puede ser que el presidente Trump y yo lo hablemos por teléfono y lo discutamos juntos. Pero la idea en sí misma de poner fin al conflicto por medios pacíficos la apoyamos”, señaló.
No obstante, Putin planteó una serie de inconvenientes, sobre todo en lo referente a los soldados ucranianos que combaten aún en la región rusa de Kursk. “¿Todos los que están allí van a salir sin combatir? ¿Les debemos dejar marchar después de que hayan cometido numerosos crímenes contra la población civil? ¿O los dirigentes ucranianos les ordenarán deponer las armas y rendirse? ¿Cómo lo haremos? No se entiende”, se preguntó.
También opinó lo mismo sobre los dos mil kilómetros de frente en territorio ucraniano donde, según Putin, las tropas rusas avanzan en casi todos los sectores y tienen opciones de rodear grandes unidades enemigas. “¿Cómo se van a utilizar esos 30 días? ¿Para que Ucrania continúe la movilización forzosa? ¿Para que allí desplieguen armas?”, señaló.
Putin, quien viajó la víspera a Kursk, también cuestionó quién se encargará del control y la verificación del cese de las hostilidades y de que el enemigo no lo aproveche para reagruparse. “¿Cómo se nos garantizará que nada de eso ocurrirá? ¿Cómo se organizará el control?”, señaló.
Ushakov mantuvo el miércoles una conversación telefónica con el asesor para Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, al que recordó las peticiones del Kremlin. “Nuestras preocupaciones son conocidas. Los americanos y nosotros consideramos que no se puede ni hablar de la OTAN en el contexto del arreglo ucraniano“, dijo. Por su parte, Waltz instó a los rusos a adherirse al plan estadounidense. “Esto es lo más cerca que hemos estado de la paz en esta guerra. Estamos en la línea de las 10 yardas y el presidente (Trump) espera que los rusos nos ayuden a llevar esto a la zona de anotación”, aseguró Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.
La pasada semana el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, descartó una propuesta de tregua hecha por Ucrania y países europeos que era parecida a la de Estados Unidos, al tiempo que rechazó la posible presencia de tropas de paz europeas en Ucrania. En esta ocasión, con el auspicio de Estados Unidos, con cuyo nuevo Gobierno el Kremlin ha demostrado buena sintonía, la decisión sobre el alto el fuego —de la que se conocen pocos detalles— podría ser diferente.
Pocas horas después de las declaraciones de Putin, el presidente de EEUU reconoció que las conversaciones en Moscú “no están yendo mal” y valoró como “muy prometedora” la respuesta favorable del líder ruso, aunque reconoció que no ha sido del todo como esperaba. “Una declaración muy prometedora, pero incompleta”, consideró Trump durante una reunión en el Despacho Oval junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, cuando se le ha preguntado por la respuesta del líder ruso.
Trump también manifestó que si Rusia se queda fuera del alto el fuego, “será un momento muy decepcionante para el mundo”, por lo que desea poder reunirse en algún momento con Putin. “Tenemos que resolver esto cuanto antes. Todos los días mueren personas”, lamentó. “Tengo influencia, pero no quiero hablar de influencia ahora, porque estamos hablando con ellos y basándonos en las declaraciones que ha hecho”, añadió.
Por ello, ha pedido ser cauto hasta que haya un acuerdo. Además, el presidente estadounidense admitió que después de esa tregua habrá que negociar sobre cesiones territoriales u otras cuestiones como plantas energéticas que podrían acabar en manos rusas. “Ya se ha debatido con Ucrania sobre el territorio que pueden mantener y perder. (…). Hay una planta energética involucrada en esto y hay que ver quién se la queda”, ha reconocido el mandatario.
El Kremlin ya había dicho horas antes de la rueda de prensa que no iba a aceptar una tregua provisional, ya que eso únicamente serviría como “respiro” para el Ejército ucraniano, por lo que apostaban por un “arreglo pacífico duradero”. Una tregua “no es otra cosa que un respiro provisional para los soldados ucranianos”, dijo Ushakov, asesor internacional del Kremlin, que ha insistido en que el objetivo es “un arreglo pacífico duradero que tenga en cuenta los intereses legítimos de Rusia”.