“No fueron los estadounidenses quienes nos derrumbaron, aunque contribuyeron a ello”, comentó el expresidente del Gobierno de la URSS Nikolái Ryzhkov en declaraciones a la agencia RIA Novosti con motivo del 30.º aniversario de la firma del Tratado de Belavezha, que proclamó la disolución de la Unión Soviética.
Según afirma el ahora senador ruso, de 92 años, EE.UU. “siempre buscó eliminar a un competidor como la URSS”, pero esta no fue la razón principal del colapso soviético. “No creo que nos hubiéramos hundido solo por factores externos”, admitió.
En su opinión, los problemas acumulados en el país, tanto en el ámbito económico como en el político, habían quedado patentes ya en los inicios del periodo de la Perestroika. “Había que reformar ante todo la economía, no estar parados ante el progreso científico-técnico, sino cambiar las relaciones entre las empresas y los trabajadores”, señaló Ryzhkov.
Además, reconoció que urgía una renovación en el Partido Comunista, porque “su mando se había desvinculado del pueblo”. “Pero había que trabajar tranquilamente, sistemáticamente, como China se está desarrollando hoy en día”, defendió.
Los comunistas chinos, según el senador, “tardaron 40 años en modernizarse y llegar al nivel actual”, mientras que el mando soviético, del que formaba parte él mismo, se puso a “agarrarse a una cosa, luego a otra y a una tercera después”, lamentó.
El veterano de la política rusa, originario de Donbás (Ucrania) y miembro desde 2003 del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de Rusia, fue la última persona en ocupar el cargo de presidente del Gobierno de la Unión Soviética (entre septiembre de 1985 y enero de 1991). A principios del último año de existencia de la URSS, el presidente Mijaíl Gorbachov suprimió ese puesto e instituyó el de primer ministro, subordinado directamente a él como jefe de Estado y no al Soviét Supremo.