VARSOVIA (Sputnik) — Los soldados estadounidenses que llegaron recientemente a Polonia comenzaron unos ejercicios militares cerca de la frontera con Ucrania, declaró el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak.
“Durante el fin de semana, los soldados de la 18ª división mecanizada [del Ejército polaco] comenzaron un ejercicio conjunto en el sureste de Polonia con los soldados estadounidenses de la 82ª división aerotransportada”, escribió Blaszczak en su cuenta de Twitter.
Recientemente EEUU y el Reino Unido trasladaron a Polonia 1.700 y 350 soldados, respectivamente. Más tarde, el Pentágono informó del traslado a Polonia de 3.000 militares adicionales.
El conflicto armado en el este de Ucrania entró en una fase de escalada de tensiones en la segunda quincena de febrero.
Los militares ucranianos denunciaron un drástico aumento de las infracciones del armisticio por parte de las milicias prorrusas de Donbás.
A su vez, las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk acusaron a Kiev de bombardear su territorio con armas pesadas, en flagrante violación de los Acuerdos de Minsk y las medidas adicionales pactadas para reforzar el alto el fuego.
El uso de la artillería pesada por parte de Kiev, según las repúblicas rebeldes, apunta a los preparativos para una solución militar del conflicto.
En este contexto, los líderes de Donetsk y de Lugansk anunciaron la evacuación de niños, mujeres y ancianos ante una posible ofensiva del Ejército ucraniano, y decretaron la movilización general.
El ministro de Defensa de Ucrania, Alexéi Réznikov, negó los planes de una ofensiva en Donbás y aseguró que Kiev aboga por una solución política del conflicto.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha más de 14.000 muertos, según estimaciones de la ONU.