El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, ofrece un discurso tras su investidura en la Plaza de Bolívar, Bogotá, 7 de agosto de 2022. (Foto: AFP)
La derecha parece ser el principal obstáculo para la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 en Colombia; refuta planes de paz del presidente Gustavo Petro.
“El gobierno busca negociar con mafiosos y corruptos y punto. Nos opondremos con determinación”, afirmó el lunes la senadora María Fernanda Cabal, del partido de derecha Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, en alusión a la decisión del presidente Petro de negociar con los remanentes de las guerrillas FARC y el ELN, y los narcos para restaurar la paz en el país.
Petro, el primer residente de izquierda de la historia de Colombia, prometió, en su discurso de investidura el domingo, conducir el país hacia la “paz verdadera y definitiva” tras la negociación que condujo al desarme de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2017.
El mandatario, que cuenta con la mayoría en el Congreso, quiere extinguir el conflicto armado que azota al país por más de medio siglo. Para ello, dijo que retomará los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla reconocida del país sudamericano, al tiempo que llamó a las bandas armadas del narcotráfico a dejar las armas a cambio de beneficios judiciales.
Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia, Colombia tiene ahora otra oportunidad para recuperar la paz detenida durante los últimos cuatro años.
El ELN, así como el mayor grupo de disidentes de las FARC en haberse apartado del Acuerdo de Paz y el Clan del Golfo —el principal brazo armado del narco— han dicho estar dispuesto a sentarse a la mesa de diálogo con Petro. Las dos últimas organizaciones han planteado incluso por separado un alto al fuego.
Sin embargo, el uribismo, que ha tumbado el proceso de paz por medio de la no implementación o la aplicación selectiva, se burló de los planes de paz de Petro. “Se engaña el nuevo gobierno si piensa que se puede negociar con el crimen”, dijo Cabal.
La violencia en Colombia se disparó durante los cuatro años del gobierno del expresidente uribista Iván Duque, como consecuencia del rechazo a la implementación del Acuerdo de Paz. Informes indican que se evidenció un fortalecimiento de los grupos armados al margen de la ley, además de un aumento del 7% en la tasa de homicidios y del 105% en el número de masacres —un total de 930 líderes sociales fueron asesinados— en los últimos cuatro años.
Petro, comprometido con impulsar la equidad, busca aumentar impuestos a los ricos
El mandatario izquierdista empezó su primer día en la Casa de Nariño enviando al Congreso un proyecto de ley para que los ricos paguen más impuestos en Colombia, a fin de financiar con nuevos recursos sus programas sociales contra la pobreza e inequidad.
La iniciativa busca “fortalecer la tributación de los sujetos con mayor capacidad contributiva” y reducir las exenciones a “los más pudientes”.
Ese proyecto de ley forma parte de las propuestas de transformación económica prometidas por Petro en un país, donde las políticas económicas neoliberales de los anteriores gobiernos solo han beneficiado a los más ricos y profundizado la pobreza.