El domingo, durante la ceremonia de toma de posesión de Petro, el rey Felipe VI no se levantó en el momento en que un grupo de militares llegó con la simbólica espada de Simón Bolívar a la Plaza de Bolívar en Bogotá (capital colombiana).
Esto, mientras los ciudadanos e invitados de diferentes países, entre ellos jefes de Estado y de Gobierno, se pusieron de pie y aplaudieron al paso del arma, que utilizaba el ‘Libertador’ en la guerra de independencia contra España.
La indiferencia del monarca ha desatado una polémica en España y suscitado críticas de algunos sectores que han calificado el gesto de Felipe VI de “falta de respeto” a un símbolo de la libertad de América Latina. La Casa del Rey, no obstante, ha optado por no comentar sobre el asunto para no alimentar la polémica.
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En una serie de mensajes emitidos en la red social Twitter, el partido español Podemos criticó el lunes el comportamiento del rey y ha pedido a la Moncloa que presente disculpas. “La espada de Bolívar representa la soberanía de Latinoamérica. El rey Felipe VI ha sido el único jefe de Estado que ha permanecido sentado a su paso en la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia. Una falta de respeto grave”, manifestó la formación de izquierda española.
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A su vez, la líder de Podemos, Ione Belarra, dijo la misma jornada que el rey debería pedir disculpas al pueblo colombiano y calificó de “inexplicable lo ocurrido”.
Su antecesor al frente de Podemos, Pablo Iglesias, también señaló en un tuit el martes que “la guerra de Bolívar no fue contra los españoles”, sino “una guerra entre patriotas y realistas”. “Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas. El presidente debe llamarle al orden y exigirle respeto institucional”, sostuvo.
Desde Venezuela, a juicio del vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, la aparición de la espada de Bolívar dejó sentado de vergüenza al rey Felipe VI. “La soberbia, los engreídos de una cosa que llaman Reino de España, que a estas alturas todavía no reconocen a Bolívar. Todos se pusieron de pie ante el padre Bolívar, menos la soberbia de los chulos del Reino de España”, fustigó el político chavista en una rueda de prensa.
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Efectivamente, la espada de Bolívar tiene un gran valor histórico para la región. Había sido robada por la guerrilla del M-19 en los años setenta y fue devuelta al Estado cuando el grupo armado se desmovilizó a principio de los noventa.
Gustavo Petro, quien fue militante del M-19, había pedido al entonces presidente saliente, Iván Duque, que la espada tuviera un rol central en la posesión, pero rechazó la solicitud. Cinco minutos después de haber asumido el cargo, Petro dio su primera orden, que las Fuerzas Militares llevaran la espada del Libertador Simón Bolívar, a la ceremonia.
