El Ministerio de Exteriores de Alemania envió a sus departamentos un documento que detalla “su estrategia secreta” de política exterior hacia China, informa Der Spiegel. El medio, que ha tenido acceso a este documento, elaborado a principios de noviembre, apunta que solo se trata de su primer borrador, ya que los partidos que forman la coalición gobernante ahora están elaborando una versión que sea aceptable para todos.
Derechos humanos y convergencia con Rusia
En primer lugar, en el marco del proyecto, Pekín es criticado por “violaciones masivas de los derechos humanos” en Xinjiang y el Tibet, y también se menciona “la situación en Hong Kong”. Se agrega que “el desarrollo económico y los derechos humanos no están en conflicto uno con otro”. En el caso de violaciones de DD.HH., la estrategia aún implica las restricciones contra Pekín. “En el marco de la UE” Berlín también está dispuesto a “apoyar prohibir importaciones de las regiones con violaciones de derechos humanos particularmente graves”, se desprende del borrador.
Además, comentando las relaciones entre Pekín y Moscú, la estrategia describe que “China y Rusia están acercándose cada vez más”. La declaración conjunta de Rusia y China, adoptada el 4 de febrero, fue tachada de basada en “la actitud incompatible con el principio de la igualdad soberana de los Estados de la Carta de la ONU”. En cuanto al enfoque de Pekín hacia el conflicto en Ucrania, el documento dice que China “de facto se alineó con Rusia”. “Percibimos que China no defiende la soberanía e integridad territorial de Ucrania de manera creíble, y observamos que China apoya las narrativas anti-OTAN de Rusia”, se explica.
Pekín para Berlín: ¿Socio o competidor?
Al igual que la UE, Alemania percibe a China como socio, competidor y rival sistémico, pero constata que los “dos últimos aspectos están ganando cada vez más peso”. Sin embargo, hace hincapié en que “el nuevo enfrentamiento de los bloques no es nuestro objetivo”. El borrador examina la posible competencia entre Pekín y Berlín en Europa, África, América Latina y el Indo-Pacífico, pero presta atención especial a los Balcanes Occidentales, donde China “en algunos casos expandió su influencia considerablemente”. “Intensificaremos la cooperación con los Balcanes Occidentales y seguiremos adelante con los procesos de adhesión a la UE”.
La estrategia también plantea la cuestión del poderío militar de China, especialmente de sus fuerzas navales y nucleares. “Vemos cada vez más a China como un actor militar cuyo desarrollo de capacidades y comportamiento concreto perjudican los intereses de seguridad de Europa”, destaca el proyecto. En este contexto, Berlín espera que Pekín establezca “el diálogo de fomento de la confianza” sobre su arsenal nuclear con los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, los diplomáticos alemanes aseguran que Berlín tiene previsto profundizar las relaciones con Taiwán, en particular, firmar el acuerdo bilateral de inversiones. No obstante, evalúan que “tal acuerdo es compatible con la política de ‘una sola China’ de la UE”.
Este lunes Olaf Scholz, el canciller alemán, señaló que la aspiración de Alemania de diversificar los vínculos económicos y comerciales con Asia no debería provocar un desacoplamiento con China.