En medio de las sanciones que EEUU ha impuesto a China en el sector tecnológico y de la actual crisis de escasez de microchips, Pekín no se ha quedado de brazos cruzados. El presidente del país, Xi Jinping, ha nombrado a uno de los hombres más fuertes de su Gabinete como el responsable del desarrollo de chips de tercera generación.
El alto funcionario escogido por el mandatario chino es el viceprimer ministro del país, Liu He, encargado de la banca, la industria y otras carteras. El vicepremier ya se encuentra al frente del grupo de trabajo centrado en la reforma tecnológica del país desde 2018.
Liu estaría ya trabajando en un esquema de financiación para el desarrollo de esta tecnología, de acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto, citadas por Bloomberg. Además, supervisaría los proyectos para desarrollar un software hecho en China para el diseño de chips y máquinas de litografía ultravioleta extrema.
El objetivo último del gigante asiático sería burlar las sanciones implementadas por Washington y lograr la independencia tecnológica. Para ello, buscan valerse de nuevos materiales, diferentes al silicio tradicional del que están hechos la mayoría de los semiconductores, para así adelantarse a otras naciones.
“China es el mayor usuario de chips en el mundo. Por lo tanto, la seguridad de la cadena de suministro es de alta prioridad. No es posible que ningún país controle toda la cadena de suministro, pero el esfuerzo de un país es definitivamente más fuerte que el de una sola empresa”, señaló Gu Wenjun, analista jefe de la firma de investigación ICwise.
Consecuencia de las sanciones
Las sanciones impuestas durante la Administración Trump ya han impactado a empresas tecnológicas chinas. Una de las más afectadas ha sido Huawei, quien fue incorporada en una lista negra de exportaciones en 2019 y a la que se le prohibió el acceso a tecnología crítica de origen estadounidense, lo que ha disminuido su capacidad para diseñar sus propios chips y obtener componentes de proveedores externos.
La lista negra también prohibió a Google proporcionar soporte técnico a los nuevos modelos de teléfonos de Huawei y el acceso a los servicios móviles de la empresa norteamericana, el paquete de servicios para desarrolladores en el que se basan la mayoría de las aplicaciones de Android.
En el último balance de ingresos del primer trimestre del 2021, las ganancias interanuales de Huawei cayeron un 16,5%, hasta los 152.200 millones de yuanes (aproximadamente 23.500 millones de dólares).