El 14 de marzo, el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, dio 72 horas para que el embajador argentino en Quito, Gabriel Fuks, se fuera del país por, presuntamente, permitir la huida de María de los Ángeles Duarte, condenada por presunta corrupción durante su cargo como ministra de Transporte en el periodo de gobierno del presidente Rafael Correa.
Este sábado, Fuks acusó al Gobierno de Guillermo Lasso de “mentir” para tapar su responsabilidad en la huida de Duarte de la casa diplomática argentina en Quito (capital de Ecuador), donde estuvo alojada desde agosto de 2020.
El funcionario argentino desmintió que existiera “complicidad” de su parte para favorecer la salida de la exministra. Según Fuks, el Gobierno de Lasso usa esta situación para construir un enemigo, en momentos de enorme debilidad, pues ha perdido las elecciones y tiene entre el 8 y el 10 % de aprobación, reseña el portal argentino La Nación.
Duarte huyó el pasado lunes de la embajada argentina en Quito, donde se encontraba bajo asilo tras ser sentenciada a ocho años de prisión, en medio de denuncias de persecución política. Tras su huida, viajó a Caracas, la capital de Venezuela, y se reunió con el embajador argentino, Óscar Laborde.
Ahora, autoridades ecuatorianas sospechan que la exministra salió de Ecuador con la ayuda de la embajada argentina;, algo que Buenos Aires ha desmentido.