Las desafortunadas declaraciones del presidente Pedro Castillo, quien acusó a los dirigentes de los transportistas de recibir dinero para bloquear las carreteras, soliviantaron los ánimos de los manifestantes en el quinto día de paro indefinido contra el gobierno por el alza del costo de los combustibles.
Las protestas se iniciaron en la mañana del viernes con un grupo de 400 transportistas y agricultores que salieron de Cullhuas, Santa Cruz y Cochas, de la provincia de Huancayo, con dirección a la sede del Gobierno Regional de Junín. Luego de lanzar consignas, prendieron fuego a neumáticos y se enfrentaron a efectivos policiales que resguardaban la zona.
Otro grupo de 300 manifestantes de los distritos de Viques y Chupuro se dirigieron a la Municipalidad Provincial de Huancayo, donde destrozaron los enseres y documentos e intentaron incendiar las oficinas. Fueron contrarrestados a tiempo por los policías, quienes tuvieron que apelar a las bombas lacrimógenas.
Al promediar las 2 de la tarde, el número de protestantes llegó a 5 mil. Estos lograron burlar el cerco policial y enrumbaron a la plaza Constitución, donde causaron daños a la propiedad privada.
Seguidamente, saquearon los supermercados Tottus y Metro, las agencias bancarias del Banco de Crédito, Continental, Interbank y Scotiabank, así como diversas farmacias y locales comerciales.
Según reportes de la Región Policial de Junín, a cargo del general PNP Gregorio Villalón Trillo, la jornada de violencia ha dejado un promedio de 50 detenidos, la mayoría detenida en los centros comerciales vandalizados.
Aprovechando la ausencia de las fuerzas del orden, hombres y mujeres provistos de piedras, palos y otros elementos contundentes, reventaron los vidrios de los escaparates para sustraer lo que encontraban a la mano
Descarga de violencia
Entre las consignas que gritaban los manifestantes se escucharon: “Castillo, escucha, el pueblo te repudia!”, “¡Por culpa del gobierno, el pueblo tiene hambre!”, “¡El pueblo exige renuncia de Castillo!”. En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Pedro Castillo obtuvo el 58% de los votos.
La población que salió a las calles estaba molesta por lo que había dicho el mandatario Pedro Castillo sobre las protestas: “Se anuncian paros y bloqueos en las carreteras, malintencionados y pagados algunos dirigentes y algunos cabecillas (a los) que es necesario decirles desde acá que pondremos orden en las próximas horas”.
Efectivamente, contingentes de la Policía Nacional lanzaron incesantemente bombas lacrimógenas para dispersar a los revoltosos en las principales arterias de Huancayo.
No era lo que precisamente esperaban los manifestantes, que reclamaban la presencia del jefe del Estado en la capital de Junín.
“Yo invoco al presidente Pedro Castillo a que reanude el diálogo pidiendo perdón por las declaraciones que ha hecho”, señaló el arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto, al observar que la protesta había crecido por lo que había dicho el jefe de Estado.
El dirigente de los camioneros de Arequipa, Javier Corrales, respondió con indignación a la insinuación del presidente Castillo sobre el financiamiento del paro indefinido.
“¿Usted acaso conoce a mi persona? ¿Conoce a los dirigentes de todos los departamentos del Perú que están en el paro? ¿Puede demostrar que los dirigentes han recibido dinero? Venga usted y dé la cara al departamento de Arequipa”, desafió Corrales.
“Le pido que usted venga a Arequipa y me diga en mi cara si en algún momento alguien me ha pagado a mí o a cualquiera de los dirigentes del país. No se confunda con los dirigentes con los que usted se ha sentado, señor Castillo. Aquí estamos los dirigentes nuevos, probos, dignos. Discúlpeme, me da mucha vergüenza”, dijo en tono indignado, Javier Corrales.
Alrededor de las 4 de la tarde, mientras se difundían imágenes de los desmanes en Huancayo en los medios de comunicación y las redes sociales, la Presidencia del Consejo de Ministros anunció por Twitter que una delegación compuesta por los titulares de Desarrollo Agrario, Óscar Zea; de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez; y de Cultura, Alejandro Salas; se desplazaría a Huancayo para entablar diálogo con los representantes de los gremios que se han sumado al paro indefinido por el alza del precio de los combustibles y de los alimentos.
En las manifestaciones no solo intervienen los transportistas sino también agricultores, ganaderos, maestros y estudiantes universitarios.
El bloqueo de las carreteras, la ausencia de comestibles básicos, el incremento de los precios de productos de primera necesidad, golpea a los ciudadanos. Una situación que va a empeorar porque los mercados de la capital huancaína cerraron desde hoy para evitar los saqueos.
Una reciente declaración del primer ministro Aníbal Torres no contribuyó a bajar los ánimos. “Si no hay pollo, consumamos otros productos alternativos como pescado”, dijo: “No veo tanta escasez en los mercados, ahí está el pollo. Lo que pasa es que ha subido el precio. Los precios por ley no los podemos bajar. Hay que consumir pescado que tenemos en bastante cantidad”.
“El presidente Castillo me ha invitado para ser mediador”
Monseñor Pedro Barreto lamentó la situación que vive Junín. Él estará hoy como mediador en la mesa de diálogo con los transportistas y organizaciones agrarias de esta región.
“Es muy lamentable lo que está sucediendo en el valle del Mantaro. La situación es muy compleja, muy delicada porque es verdad que al subir los precios del petróleo, de la gasolina, hay reclamos en los transportistas. Es también una consecuencia de la guerra de Rusia y Ucrania”, indicó.
Barreto enfatizó que los campesinos son igualmente afectados, pero se ha llegado a una situación de vandalismo, de destrucción. “Hay personas que están utilizando este justo reclamo de la población para hacer destrucción y aprovechamiento, yo diría, delincuencial”, cuestionó.
“Debe primar el diálogo –agregó–. El presidente Pedro Castillo me ha invitado para que pueda se mediador si es que los dirigentes de los huelguistas aceptan la mediación de la Iglesia”.
Finalmente, dijo que se deben recomponer las buenas relaciones. “El diálogo debe ser respetuoso, debe buscar la verdad, el bien de todos, privilegiando a los más afectados que son los campesinos”, apuntó.