Los dueños y vendedores de ese emporio comercial, del Mercado Central y otros negocios del Centro Histórico de Lima están preocupados y temen que haya vandalismo y ataques a la propiedad privada.
Honda preocupación hay en cientos de comerciantes de Mesa Redonda, el Mercado Central y otros puntos del Centro Histórico de Lima ante la anunciada Toma de Lima, la tercera marcha de este tipo, que tiene como fecha de convocatoria el miércoles 19 de julio y que aparentemente será multitudinaria.
La protesta que congregará a miembros de sindicatos, organizaciones, oenegés y a la población civil en general provocará el cierre de varias vías de acceso hacia estos emporios comerciales. La policía y el municipio de Lima Metropolitana ya prepara una estrategia y una serie de medidas para evitar cualquier inconveniente durante la manifestación.
Los vendedores temen que se repita el panorama vivido en las dos marchas anteriores, con un clima de incertidumbre que espantó a miles de compradores, serias pérdidas económicas y el temor de que algún grupo infiltrado entre los manifestantes pueda robar, protagonizar hechos de vandalismo y dañar la propiedad privada.
Ante esta situación, Román Nazario, vicepresidente de la Cámara de empresarios de Mesa Redonda, aseguró que la tercera edición de la Toma de Lima y otras marchas que se vienen anunciando en redes sociales los empuja hacia “la incertidumbre, pues no se sabe cuál será el desarrollo de estas protestas”.
“Somos un conglomerado que vende 20 millones de dólares al día, si dejáramos de trabajar cuánto perderíamos”, dijo a 24 Horas.
“Basta que hayan rumores de que hay marchas o cierres (de calles o avenidas), el público ya no se acerca. Nadie quiere venir a un clima de inseguridad y los peores perjudicados somos nosotros”, agregó Nazario.
Ademas, se mostró desconfiado de la labor que pueda realizar las autoridades del orden para resguardar las galerías y otros puntos comerciales, por lo que ya vienen reforzando a su personal de seguridad para evitar actos de vandalismo que empeoren sus pérdidas económicas.
“Me parece que la Municipalidad de Lima está tratando, con los escasos recursos que tiene, de contener la situación o hacer un plan. Pero falta el apoyo policial, estamos abandonados. La policía viene para foto el día del lanzamiento de un plan y desaparecer a los dos días”, acotó.
Detalló que al emporio comercial pueden llegar más de 70 mil personas a diario, pero “la dotación policial no excede de 20 a 30 agentes por turno”.
“En realidad, hemos sido abandonados. Acá vamos a esperar que suceda igual que en Gamarra para que recién la municipalidad reaccione y pueda pedir el resguardo y la policía le dé la seguridad a esta zona que es el pulmón económico del Centro Histórico”, expresó.
Más negocios se sientes afectados
Los comerciantes del concurrido Mercado Central también se encuentran en la misma situación. No ven con buenos ojos la Toma de Lima, pues muchos se verán en la obligación de cerrar sus negocios ante la probable escaces de público y posibles actos vandálicos en la zona.
De igual forma, varias tiendas, hospedajes y restaurantes, ubicados en los alrededores de la Plaza de Armas de Lima, están viendo menoscabada su economía, por las rejas que se han colocado para controlar el tránsito peatonal y evitar la posible llegada de manifestantes hacia las afueras de Palacio de Gobierno, donde se encuentra la presidenta de la república, Dina Boluarte.
En tanto, desde la Asociación de Bodegueros se precisó que existe temor de que se pierdan “millones de dólares por las manifestaciones”.
“Estas protestas nos afectan bastante, sobre todo a las empresas que están cerca de donde se desarrollan. Vemos muchas veces que se desarrollan actos de vandalismo y hasta amenazas”, comentaron.