“Eso lo pueden decir muy pocas economías emergentes”, dijo el gerente central de Estudios Económicos de la entidad monetaria.
“El sol ha sido una de las muy pocas monedas de los países emergentes que ha mantenido un valor relativamente estable con respecto al dólar durante el ciclo de tasas altas de inflación. Eso lo pueden decir muy pocas economías emergentes”, subrayó.
Explicó que ello se debe a que nuestro país, a pesar de todos los problemas que presenta, mantiene una macroeconomía bastante fuerte y resiliente, tanto en la parte fiscal, la parte regulatoria y en la política monetaria. “Esto también permite que la inflación en el Perú sea una de las más bajas en la región”, aseguró.
El gerente central también previó que las expectativas de inflación en la economía peruana bajarán en lo que resta del año debido a que las presiones externas habrían desaparecido.
“Se espera una reducción de la expectativa de inflación en el resto del año (…) existe una estabilidad de los precios. En ningún caso vemos las presiones al alza que vimos cuando se originó el ciclo de tasas altas de inflación”, manifestó.
Precisó que en el mundo existe una tendencia decreciente en los precios de los combustibles, al igual que en algunas commodities alimentarias
En ese sentido, indicó que se espera para este año un escenario de normalización de las condiciones para la producción agrícola, que incluye un mayor acceso a insumos y fertilizantes.
“Se espera una reversión de los choques de oferta en el sector agrícola debido a que los nuevos sembríos van a realizarse con costos más bajos“, subrayó.
Señaló que la proyección del Banco Central es una tendencia decreciente de la inflación interanual desde marzo próximo, con un retorno al rango meta en el cuarto trimestre del 2023. “Esta proyección se basa en la moderación del espectro de los precios internacionales de alimentos y energía”, enfatizó.