Todavía es muy pronto para sacar conclusiones, pero parece bastante evidente que algunas cosas están cambiando en Argentina. Que la producción de petróleo y gas estén aumentando con intensidad en los últimos meses no es casualidad. Las empresas que opera en la gran formación de petróleo no convencional Vaca Muerta están pisando el acelerador en sus inversiones, incentivadas por una mayor seguridad jurídica y las expectativas de futuros incentivos producto de esas inversiones. Todo ello está teniendo un impacto notable en la producción de hidrocarburos del país y, a su vez, en la balanza energética que está registrando un superávit más que notable que podría ser vital para que el Banco de Argentina siga incrementando sus reservas brutas en dólares, lo que dará mayor estabilidad al peso y apoyará a la lucha contra la inflación del Gobierno de Javier Milei.
La balanza energética de Argentina no solo ha logrado revertir su saldo negativo, sino que además ha acumulado su mayor superávit en 17 años gracias a la creciente actividad en la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta. ¿Qué tiene que ver el Gobierno de Milei en todo esto? Lo explicaba la Agencia Internacional de la Energía en uno de sus últimos informes: “El presidente de Argentina, Javier Milei, ha implementado una reforma del sector energético con la publicación de una amplia modificación legal general en julio. Esa ley también ha creado un nuevo mecanismo para la inversión a gran escala (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones o RIGI) que proporcionará 30 años de estabilidad legal y regulatoria para proyectos superiores a 200 millones de dólares”.
La propia Agencia Internacional de la Energía destacaba estas modificaciones positivas para la industria y destacaba que los cambios fiscales que ya están estimulando la producción de gas y petróleo en el país: “Se incluirán exenciones fiscales adicionales, exenciones de impuestos a las exportaciones y acceso a divisas extranjeras para proyectos de más de 1.000 millones de dólares. Es probable que estas reformas permitan una mayor producción de Vaca Muerta a medida que los grandes actores internacionales analicen los detalles y determinen los planes de inversión futuros”.
El diario elEconomista.es ha tenido acceso al informe del banco CMF en el que se exponen estos datos y se realiza el cálculo del superávit acumulado. Los expertos de esta entidad aseguran que “en ese sentido, las principales compañías del sector están avanzando a pasos agigantados gracias a la implementación del RIGI. La noticia más relevante en los últimos días pasó por el acuerdo logrado por las principales productoras de petróleo no convencional de Argentina para comenzar a exportar la producción que será transportada por el oleoducto Vaca Muerta Sur hacia Punta Colorada. Se estima que dicho consorcio podría generar exportaciones anuales por 30.000 millones de dólares a partir de 2027. La inversión de esta nueva operación alcanzaría los 2.600 millones de dólares. Esto, en conjunto con otros proyectos como el Oldelval y Vaca Muerta Norte, aumentarán enormemente el potencial exportador de la Cuenca Neuquina”, sentencia el informe.
Las empresas que trabajan en la formación de Vaca Muerta ya intuían que la llegada de Milei iba a ser sinónimo de mayor seguridad jurídica, por lo que sus inversiones y operaciones están al ‘rojo vivo’, generando grandes expectativas en una formación que puede albergar hasta 16.000 millones de barriles en reservas de crudo. Poco a poco, la región de Neuquén se está aupando y consolidando como la mayor provincia productora de hidrocarburos de Argentina, gracias al permanente crecimiento de los yacimientos de Vaca Muerta, la pieza central del emporio petrolero que se está generando en esta provincia. De este modo, en octubre, la producción de crudo alcanzó un nuevo récord histórico con 447.460 barriles por día, lo que representa un incremento del 0,13% en comparación con el mes anterior y un notable aumento del 26,35% respecto al mismo mes de 2023. El petróleo es cada vez más importante para la economía de Argentina.
Con todo, según datos oficiales, en los primeros diez meses de este año la balanza comercial energética ha acumulado un saldo positivo de 4.300 millones de dólares y, según proyecciones oficiales y privadas, podría cerrar el año con un superávit de entre 5.000 y 6.000 millones de dólares. Este resultado supone un giro respecto al déficit que Argentina ha registrado desde 2011, a excepción de 2020, un año anómalo por los efectos de la pandemia.