La energía es vital para el desarrollo de un país. En el último siglo la industrialización y el progreso del mundo se basó en los combustibles fósiles como el petróleo y el carbón principalmente, pero a la vez son los principales causantes de la contaminación mundial y el cambio climático, con la consecuente subida de la temperatura del ambiente. Por ejemplo, Perú está impactado con mayor frecuencia por las lluvias, inundaciones y sequías.
Por ello, la preocupación mundial se centra ahora en la “transición energética” de utilizar hidrocarburos a las energías renovables, entre ellas las no convencionales, como la luz solar, el viento, la fuerza de los mares, señala informe publicado en el Diario El Peruano.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ya lo señaló claramente: “si no acabamos con la contaminación por combustibles fósiles y aceleramos la transición hacia las energías renovables, incineraremos nuestro único hogar”.
¿Cuál es la magnitud del problema? Las Naciones Unidas señalan que “los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, son los mayores causantes del cambio climático global, porque son responsables de más del 75% del total de emisiones de gases globales de efecto invernadero y cerca del 90% de todas las emisiones en dióxido de carbono”.
Asimismo, evidencia la todavía fuerte dependencia del mundo en la energía de fuentes altamente contaminantes y la esperanza que se abre paso con las fuentes sostenibles, al precisar que “los combustibles fósiles dan cuenta todavía de más del 80% de la producción de energía en todo el mundo, aunque las fuentes de energía más limpias cada vez ganan más fuerza”.
Cerca del 29% de la electricidad proviene actualmente de fuentes de energía renovables.
Esta transición energética no solo es vital para la sostenibilidad del mundo a fin de evitar que siga subiendo la temperatura, ocasionando cambios climáticos severos, sino que también es muy rentable económicamente.
Por ejemplo, estamos viendo la aparición de vehículos eléctricos que generan ahorro en el mantenimiento a sus usuarios y propietarios; asimismo favorecen a países como Perú que exporta el cobre, mineral fundamental para la nueva economía basada en energía sostenible.
“La ciencia lo indica claramente: para evitar los impactos más negativos del cambio climático, es necesario reducir las emisiones a casi la mitad en 2030 y alcanzar el cero neto en 2050”, señala las Naciones Unidas.
Por ello, este organismo internacional estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para tener un mundo sostenible en los aspectos social, económico y ambiental.
El ODS 7 tiene como meta “garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”.
En lo que respecta a la generación eléctrica, la producción nacional medida en gigavatio-hora (GWh), en marzo de este año por todo tipo de fuente, ascendió a 5.375 GWh.
Fueron las centrales hidroeléctricas la principal fuente con el 60,1% de participación, seguida de las centrales termoeléctricas con una participación de 32,7%, las centrales eólicas con 5,5% de participación, las centrales solares con el 1,8% de participación.
“Además, incluyendo la energía producida mediante el recurso energético Bagazo y Biogás, en marzo de 2024 la generación de energía renovables no convencionales tuvieron una participación de más de 7,3% de la producción eléctrica nacional”, precisa el Ministerio de Energía y Minas (Minem) en su Reporte Mensual de Electricidad de marzo 2024.
Lo destacable en estas cifras, de acuerdo con el reporte, es el crecimiento de las energías renovables no convencionales.
Así, en el caso de las centrales eólicas, estas tuvieron una producción de 295 GWh en marzo de este año, un crecimiento de 152,8% frente a similar mes de 2023, y las centrales solares produjeron 95 GWh, un incremento de 61,7% en el periodo comparado.
La geotermia también es otra fuente de energía renovable no convencional, recientemente el ministro de Energía y Minas peruano, Rómulo Mucho, señaló que ya se han identificado unos cinco proyectos que “tranquilamente pueden generar 3.000 megavatios de energía” y que hay empresas canadienses interesadas en invertir en estos proyectos.
La Asociación Peruana de Energías Renovables (SPR), fundada recientemente en 2017, reúne a empresas y organizaciones que apuestan por el desarrollo de las Energías Renovables no Convencionales, como la solar, eólica, geotérmica, mareomotriz, biomasa y pequeñas hidroeléctricas, destaca el potencial de Perú para atraer e impulsar inversión en este rubro.
La SPR señala que “actualmente en Perú hay proyectos de generación con fuentes renovables en espera que constituyen una inversión de US$ 11.608 millones detenidos”, los cuales pueden generar 80.000 puestos de trabajos directos e indirectos de manera inmediata en un plazo de cinco años.
Asimismo, destaca que esta inversión estará acompañada de “proyectos sociales que beneficiarán a las comunidades locales y millones de dólares en la mejora y reforzamiento en infraestructura vial”.
Las Naciones Unidas detallan cinco razones para adoptar una mayor participación de las energías renovables. El primero es “las energías renovables están a nuestro alrededor” al destacar que no se ha aprovechado su potencial completamente, y según la Agencia Internacional de Energías Renovables (o IRENA, por sus siglas en inglés) el 90% de la electricidad mundial puede, y debe, tener su origen en las energías renovables para 2050.
La segunda es “las energías renovables son más baratas”, porque los costos de la tecnología empleada para producir energía con fuentes renovables no convencionales vienen disminuyendo con rapidez.
La tercera es “las energías renovables son más sanas”, y refiere que de acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), cerca del 99% de las personas del planeta respiran un aire “que no llega a los límites de calidad adecuados” y por ello adoptar las fuentes de energías limpias, no solo contribuye a luchar contra el cambio climático, sino también, a mejorar la salud de millones de personas.
La cuarta razón es “las energías renovables crean nuevos puestos de trabajo”, y refiere que “cada dólar estadounidense invertido en fuente renovable es capaz de crear tres veces más de puestos de trabajo que el sector de los combustibles fósiles” y hacia 2030 se podrían crear 14 millones de nuevos puestos de trabajo en el mundo.
La quinta razón es, “las energías renovables son razonables en términos económicos”, porque la reducción de la contaminación y el impacto negativo sobre el clima podría llegar a generar en 2030 un ahorro de hasta US$ 4,2 trillones anuales en el mundo.
– El costo de la electricidad proveniente de la energía solar entre 2010 y 2020 se redujo 85%, mientras que en la eólica descendió 56% en ubicaciones en tierra y 48% en alta mar, indica las Naciones Unidas.
– El 90% de la electricidad mundial podría proceder de energías renovables para 2050, señala la ONU.
– En 2018, la contaminación provocada por los carburantes fósiles originó un gasto económico y en salud en el mundo de US$ 2,9 trillones, unos US$ 8.000 millones diarios, señala las Naciones Unidas.