Los precios mundiales de los alimentos han estado aumentando precipitosamente durante los últimos años, hasta alcanzar el pasado octubre un nuevo máximo de 10 años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Los pronósticos indican que esta tendencia, al menos a corto plazo, no va a desacelerarse.
De acuerdo a expertos, esto se debe principalmente a que los precios de los fertilizantes nitrogenados en el mercado internacional se encuentran en sus niveles más altos en más de una década y son al menos un 80 % mayores ahora que en el 2020.
Por su parte, Rusia, China y Turquía, que son los principales productores de fertilizantes, han decidido limitar las exportaciones para hacer frente a los incrementos internos de los precios de los alimentos.
Los agricultores usan nitrógeno para aumentar la producción de maíz, canola, trigo y otros cultivos, aplicándolo antes de la temporada de siembra. Sin embargo, debido a los altos precios actuales, los agricultores se han visto obligados a retrasar su compra hasta la primavera, lo que podría resultar en menor producción de alimentos y, por lo tanto, un incremento de los precios.
Daren Coppock, director ejecutivo de la Asociación de Minoristas Agrícolas de EE.UU., asegura que “habrá mucha gente que esperará y verá”, pero que “si todo el mundo está luchando en la primavera para conseguir suficiente [fertilizante nitrogenado], el maíz de alguien no será cubierto“.
Según Matt Conacher, gerente de fertilizantes del vendedor mayorista canadiense Federated Cooperatives Limited, esperar hasta la primavera para comprar el producto podría decepcionar a algunos agricultores. “Mi consejo es que, si puedes obtener tu fertilizante ahora, lo hagas“, subrayó Conacher.
Por su parte, CF Industries, uno de los principales productores de fertilizantes nitrogenados del mundo, advierte que la fuerte demanda internacional del producto puede durar al menos hasta 2023.