El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha defendido que la compañía “no fue responsable de la causa original” del accidente del vertido de petróleo en Perú en 2022, aunque ha asegurado que desde “el primer momento” actuó.
A pregunta de accionistas en la junta general del grupo, Imaz advirtió que el incidente se debió en origen a “un movimiento del barco que transportaba el petróleo”, pero la empresa “no se limitó” a decir que era responsabilidad de la compañía naviera.
Lo que sí que subrayó es que Repsol “no asume evidentemente en términos legales esta responsabilidad”, ya que no estuvo en el origen de la causa, aunque sí que “desde el primer momento” actuó.
“Y más allá de la responsabilidad legal que pudiera corresponder a otros, en el primer momento del derrame en Perú en enero de 2022, acometimos todas las acciones necesarias. Hemos destinado más de US$ 300 millones a limpieza, remediación, a compensaciones en las zonas afectadas”, aseguró, añadiendo que además se ha ayudado con compensaciones a más de diez mil personas.
El derrame de petróleo en la costa del Perú ocurrió en la madrugada del 15 de enero de 2022 por la caída de crudo del buque de bandera italiana Mare Doricum, en el distrito de Ventanilla en la provincia del Callao
OBSESIÓN POR ELECTRIFICAR
En la conferencia que siguió a la junta de accionistas, Repsol no dudó en criticar medidas ambientales que le parecen extremas.
“La Unión Europea necesita ofrecer más incentivos si quiere que la industria del bloque navegue por la transición a la energía verde y al mismo tiempo sea competitiva con sus rivales globales (…) “Necesitamos una transición energética eficiente que no perjudique a la industria europea”, dijo el presidente de la compañía, Antonio Brufau a los accionistas en la asamblea general anual de la empresa.
El presidente de la petrolera dijo que Europa necesitaba “más zanahorias, menos palos”, señalando como ejemplo positivo las políticas introducidas en Estados Unidos bajo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
Brufau criticó también la “obsesión por la electrificación” en Europa y pidió la voluntad de adoptar todas las tecnologías capaces de reducir las emisiones, como los gases renovables.
Estados Unidos es un mercado clave para Repsol, que apunta a más acuerdos en el país.
Además, en la junta se acordó reducir el capital social de Repsol en un importe de 40.000.000 de euros, mediante la amortización de 40.000.000 de acciones propias de un euro de valor nominal cada una.
En la Reducción de Capital se amortizarán todas las acciones que sean o hayan sido adquiridas a través del programa de recompra de acciones dirigido a todos los accionistas, hasta 35.000.000 de acciones propias, que el Consejo de Administración acordó implementar el pasado 21 de febrero de 2024.