El Gobierno ruso ha avisado de una respuesta “asimétrica” pero “dolorosa” a la ley aprobada recientemente en Estados Unidos que permitirá la incautación de los activos rusos allí congelados como parte de las sanciones contra Moscú debido a la guerra de Ucrania.
La ley, promulgada finalmente esta semana por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras una larga batalla en el Congreso, capacita a las autoridades norteamericanas a apropiarse de unos 6.000 millones de euros en activos rusos, que serán redestinados a un “fondo especial para Ucrania”.
En respuesta, el vicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional y expresidente ruso, Dimitri Medvedev, ha confirmado que su país ya está contemplando la posibilidad de reaccionar a esta nueva ley a través de una nueva normativa que implicaría la modificación del código penal ruso.
Además, dado que según él apenas quedan activos operativos de países aliados de EEUU y Ucrania en Rusia, “solo es posible una respuesta asimétrica, lo que no significa sin embargo que vaya a doler menos”.
Según un mensaje publicado en su cuenta de Telegram, Medvedev ha recomendado que la legislación rusa “no solo restrinja, sino que finiquite los derechos de los ciudadanos extranjeros designados”, con la intención de “permitir la apropiación de propiedades de países hostiles”.
Los expertos estiman que ahora mismo hay 280.000 millones de euros en activos rusos congelados en la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos y Japón.