Corea del Norte ha lanzado esta semana su primer misil balístico intercontinental (ICBM) en tres meses. Según el Gobierno japonés, el proyectil fue disparado desde la región de Piongyang y voló unos mil kilómetros durante 74 minutos, antes de caer en aguas entre la península de Corea y Japón.
El régimen de Kim Jong-un probó así el miércoles su nuevo misil balístico intercontinental de combustible sólido Hwasong-18. Y esos 74 minutos son la mayor duración registrada por un arma lanzada por la dictadura comunista.
El ejercicio balístico provocó una condena internacional generalizada y una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Dos días antes, el régimen de Piongyang había amenazado con “impresionantes” consecuencias después de asegurar que un avión espía estadounidense había sobrevolado la Zona Económica Exclusiva norcoreana.
Este jueves, en una rara comparecencia ante ese Consejo de Seguridad, el embajador de Corea del Norte ante la ONU, Kim Song, defendió el lanzamiento del misil. Fue la primera vez que un diplomático norcoreano se dirigía al Consejo de Seguridad desde 2017.
Kim aseguró que se trató de un ejercicio legítimo del derecho a la autodefensa. Al tiempo, acusó a Estados Unidos de llevar la situación en el noreste de Asia “al borde de una guerra nuclear” por desplegar un submarino de propulsión nuclear en Corea del Sur por primera vez en 14 años, detalla el canal ABC.
Kim añadió que el lanzamiento del misil no tuvo “ningún efecto negativo en la seguridad de un país vecino”. El ICBM voló en un ángulo pronunciado y aterrizó en aguas abiertas fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
El embajador de Corea del Sur ante la ONU, Hwang Joon-kook, contraatacó preguntando: “¿Cómo puede un lanzamiento de ICBM hacer que los países vecinos parezcan seguros?”. Según Hwang, cada lanzamiento de misiles balísticos permite a Corea del Norte avanzar hacia su objetivo de tener un arsenal nuclear.
El mismo miércoles, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, mantuvo una reunión de emergencia con el Consejo de Seguridad Nacional de su país y advirtió de nuevas y potentes sanciones contra Piongyang. Se han materializado este viernes. Seúl ha sancionado a cuatro personas y tres entidades norcoreanas en respuesta al lanzamiento.