Con el 90% de las actas procesadas, el sociólogo progresista, del Movimiento Semilla, supera en más de veinte puntos a la ex primera dama Sandra Torres
El sociólogo progresista Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, ha ganado las elecciones de Guatemala. A menos de dos horas de cerrarse los centros de votación y con el 91% de las actas procesadas, el diputado y diplomático tiene el 59,4% de los votos frente al 35,8% de su rival la ex primera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que ha dado un giro de la socialdemocracia a posiciones más conservadoras en su tercer intento de convertirse en presidenta.
Más de 9,3 millones de guatemaltecos estaban llamados a las urnas en una jornada que se ha desarrollado con normalidad y con algunos incidentes aislados.
La afluencia a los 3.500 centros electorales ha sido constante y se ha producido con relativa tranquilidad desde las 7 de la mañana hora local hasta las 6 de la tarde, cuando comenzó un recuento de votos que avanza con relativa rapidez. En los colegios de la capital, muchos guatemaltecos tenían la sensación de estar participan una elección diferente por el surgimiento inesperado del Movimiento Semilla, un partido nacido al calor las protestas anticorrupción de 2015 que desafía las formas tradicionales de hacer política.
El candidato a la presidencia de ese partido, el diputado Bernardo Arévalo, que, según las últimas encuestas publicadas antes de los comicios, gozaba de una ventaja de 30 puntos respecto a su rival, votó antes de las 9 de la mañana en el Colegio La Patria, ubicado en el centro de la Ciudad de Guatemala, a donde entró rodeado un enjambre de periodistas y acuerpado por diputados de Semilla, miembros de su campaña y algunos seguidores que lo aplaudieron y le gritaron “Futuro presidente” y ¡Qué viva Arévalo!”
“Guatemaltecos: este es el momento de votar con alegría, vayamos a votar temprano”, instó Arévalo tras emitir su voto junto a su esposa. “Hoy, como muchas familias guatemaltecas, estamos esperanzados en que viene un futuro mejor. Que hoy triunfe la democracia”, escribió en su cuenta de la red social X, en un mensaje que acompañó de fotos que lo mostraban desayunando con su familia. Después de emitir su voto, acompañó a su madre a su colegio electoral.
También cerca de las 9 de la mañana, Sandra Torres votó en una zona residencial en el sureste de la Ciudad de Guatemala y pidió “honestidad” en el proceso electoral tras insistir en su denuncia de “anomalías” en el proceso. “Vamos a esperar los resultados con el equipo, con el partido, como siempre hemos dicho, cerca de la gente”, dijo la candidata de la UNE. A su centro de votación llegó un grupo de comerciantes del mercado La Terminal, uno de los más fuertes apoyos con los que cuenta Torres en la capital, que le obsequió con un ramo de flores.
La ex primera dama ha insistido en los últimos días en agitar los fantasmas de fraude, sin ofrecer pruebas, y ha cuestionado el sistema e incluso el trabajo de los ciudadanos que fiscalizan el proceso de manera voluntaria en las juntas de recepción de votos o quienes transmiten los datos de manera digital. En la mayoría de estas denuncias, la candidata de la UNE se ha hecho eco de investigaciones de un cuestionado Ministerio Público que, entre otras cosas, ha intentado sin éxito cancelar la personería jurídica del partido de Arévalo.
La Misión de Observación Electoral (MOE-GT) informó que todos los centros abrieron en tiempo y que, hasta el mediodía, no habían reportado incidentes relevantes. Según informaron, en el 96 % de las juntas receptoras de votos hay presencia de fiscales de la Unidad Nacional de la Esperanza y en 82 % del Movimiento Semilla.
“Vamos a tener un resultado histórico”
El diputado de ese partido Samuel Pérez, uno de los que acompañó a Arévalo a votar en Ciudad de Guatemala, aseguró que el partido había conseguido pasar de 500 fiscales a 19.000 “dispuestos a defender la democracia”. Sin embargo, no podrán tener en todas las mesas, especialmente en zonas alejadas de la franja norte del país, según reconoció su colega Román Castellanos, otro de los 23 diputados que tendrá el partido en el nuevo Congreso. “Vamos a tener un resultado histórico pocas veces visto en la en la historia política de Guatemala”, dijo optimista Pérez en declaraciones a EL PAÍS.
Los intentos de sacar a Semilla de la campaña por órdenes judiciales o impugnar el proceso revelan que el surgimiento inesperado del partido no está siendo bien recibido por las élites políticas tradicionales. Eso hace temer posibles impugnaciones. Ante esa posibilidad, Samuel Pérez asegura que tanto el Movimiento Semilla como los ciudadanos están dispuestos a pelear para defender sus votos.
“Hemos estado preparados desde el momento en que intentaron impugnar la inscripción del partido hace cuatro años, así que hemos venido con una persecución política de parte del Ministerio Público y de todos los actores del régimen de corrupción y de impunidad”, dijo Pérez. “Eso es cotidiano para nosotros. No tenemos ningún temor. Estamos listos. Los equipos legales están listos y creo que el pueblo de Guatemala también está preparado”.
Hasta el colegio en el que votó Bernardo Arévalo se acercó Rebeca Sánchez, una abogada que llegó con su familia para apoyar al que quieren que sea el próximo presidente de Guatemala. “Nos sentimos como que es la primera vez en la que estamos votando por convicción porque creemos y queremos un cambio. Venimos con mucha ilusión y mucha esperanza en que haya un cambio de Gobierno y que empiece a cambiar todo el sistema”, le dijo a EL PAÍS la mujer que dice apoyar a Semilla desde hace más de cuatro años por considerarla una opción sin vínculos con la política tradicional y con una financiación transparente. “No va a ser fácil después de casi 70 años que hemos vivido bajo dictaduras, gobernados por la corrupción, por las élites rapaces que nos tienen con la bota en el cuello, pero tenemos mucha esperanza”.
“Estamos cansados de esto, esperamos en Dios que realmente sea un cambio, pues estamos desesperados”, añadió su madre, la economista Blanca Ralda. “Él es el hijo del mejor presidente que ha tenido Guatemala”, dijo en referencia Arévalo. Su padre, Juan José Arévalo, gobernó Guatemala entre 1945 y 1951.
En otro punto de la capital, en un barrio de la zona 6, Marcelo Rojas, uno de los directivos del mercado La Terminal, fue a votar temprano, con su familia, por Sandra Torres: “Tenemos esperanza en ella y su ideología”, dijo al definirla como una mujer “de palabra” que apoyó a los comerciantes con láminas después de los incendios en algunas áreas del mercado del que es dirigente.
La asistencia a las urnas se calculaba entre un 20% a 30% al filo del mediodía, de acuerdo con Guatemala Visible, una organización que monitorea el proceso. “Pareciera que tenemos un buen día de elecciones”, dijo su presidente, Jorge Eskenasy, a medios locales.
Poco antes de las 5 de la tarde, cuando aún quedaba una hora para el cierre de urnas, Sandra Torres hizo una rueda de prensa en la que pidió transparencia en los resultados e instó a los guatemaltecos a votar ya que, según dijo, los reportes de su campaña indicaban una participación más baja que en comicios anteriores. Por su parte, varios diputados y miembros de la campaña de Semilla anunciaron en otra conferencia que habían presentado una denuncia penal por una irregularidad registrada en San Antonio La Paz, en el departamento de El Progreso, donde, según dijeron, tres mujeres fueron detenidas por entregar carnets con el logo del partido de la UNE a cambio de víveres, en lo que parece ser una práctica clientelar.
Más tarde, poco antes del cierre de urnas, se reportó la explosión de dos artefactos caseros en un centro de votación de Mixco, una ciudad en el área metropolitana de Ciudad de Guatemala, en un incidente en el que no hubo que lamentar heridos aunque varias personas tuvieron que ser atendidas por crisis nerviosa, informa Prensa Libre. Una persona fue detenida por el ataque.
Magistrados electorales denuncian amenazas
La segunda elección presidencial arrancó a las 07:00 horas con un acto público en el centro de votación instalado en el parque Erick Barrondo, en la capital guatemalteca. Al finalizar la inauguración de las votaciones, una de las magistradas del Tribunal Supremo Electoral le imprimió suspenso a la jornada. “Estoy considerando renunciar” a partir del martes, después de la segunda vuelta, dijo Blanca Alfaro. La magistrada sospecha que el Ministerio Público tiene algún señalamiento contra ella, por lo que dejaría el cargo para evitarles el trabajo que supone el trámite del retiro de inmunidad. “La cárcel no mata”, dijo con preocupación.
Alfaro es una de las cinco magistradas titulares del TSE. Días antes de la primera vuelta, The New York Times reveló que la magistrada Alfaro denunció ante la Embajada de Estados Unidos la entrega de sobornos de parte del equipo del presidente Alejandro Giammattei.
El sábado por la noche, Alfaro denunció que ella y su colega magistrado Vladimir Aguilar recibieron amenazas por mensajería de texto. Este domingo, Giammattei anunció que la policía ya identificó dónde se compró el teléfono desde donde se emitieron las amenazas.
Como los magistrados, otros funcionarios electorales han sido sujetos de presiones durante los comicios. El Ministerio Público tiene abiertas 13 investigaciones relacionadas con el proceso electoral, que entre otros, alcanzan a digitadores e integrantes de las juntas electorales y juntas receptoras de votos.