Sin realizar ninguna referencia directa sobre el gigante asiático, el mandatario brasileño ha insinuado que China podría haber creado el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, como parte de una “guerra química”, han informado este miércoles medios locales.
“Es un virus nuevo, nadie sabe si nació en un laboratorio o porque algún ser humano ingirió un animal inadecuado, pero está ahí; los militares saben lo que es la guerra química, bacteriológica y radiológica. ¿No estaremos enfrentándonos a una nueva guerra? ¿Cuál es el país que tuvo un mayor crecimiento del PIB? No se los voy a decir”, ha señalado Bolsonaro durante un acto realizado en el Palacio del Planalto, sede del Gobierno.
Asimismo, ha afirmado que quien no defiende el tratamiento precoz contra la COVID-19 es “un canalla”, a pesar de que no existe comprobación científica alguna acerca de la eficacia de algún medicamento preventivo contra esta enfermedad.
No es la primera vez que Bolsonaro y su entorno han insinuado que China podría estar detrás de la creación del nuevo coronavirus y que Pekín se estaría beneficiando de ello.
La embajada china en Brasil repudia el mensaje divulgado por el ministro de Educación brasileño en el que vincula a China con el origen del coronavirus.
El presidente brasileño también ha criticado en repetidas ocasiones la seguridad de las vacunas elaboradas por China, suscitando un fuerte malestar diplomático.
En el pasado, Eduardo Bolsonaro, uno de sus hijos, fue el causante de fuertes roces diplomáticos bilaterales cuando, en un tuit, calificó al nuevo coronavirus de ser “un virus chino” y responsabilizó al país asiático de la pandemia, haciéndose eco de los comentarios del expresidente de EE.UU. Donald Trump al respecto.
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El coronavirus ha agarrado fuerza en el gigante sudamericano en los últimos meses, impulsado, en parte, por el desprecio por las precauciones de distanciamiento social y la aparición de nuevas variantes muy contagiosas, y se ha cobrado más vidas en los últimos cuatro meses que en todo 2020. Más de 78 000 personas en Brasil murieron por el virus tan solo en abril.