El comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, ha expresado este jueves sus condolencias y su pesar por el martirio de varios ciudadanos iraníes en un atentado terrorista en el sagrado mausoleo Shah Cheraq en la ciudad de Shiraz, en el suroeste de Irán.

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“Este horrible crimen mostró que los enemigos del honor, la autoridad y el progreso del Irán islámico no renuncian a cometer cualquier crimen para lograr sus malvados objetivos y deseos y están dispuestos a derramar la sangre de hombres, mujeres y niños indefensos incluso durante el rezo”, ha denunciado.

El alto castrense iraní ha condenado energéticamente este crimen y ha enviado un mensaje de advertencia a los patrocinadores de esta acción vil.

“El fuego de la ira y la venganza del pueblo consciente, inteligente y siempre listo de Irán (…) finalmente los abarcará y los castigará por sus actos vergonzosos”, ha advertido el general Salami mientras ha alabado la actuación de la nación a la hora de hacer frente al complot de los enemigos en los recientes disturbios y decepcionarlos.

El miércoles, un hombre armado abrió fuego con un rifle de asalto Kalashnikov contra los fieles que estaban dentro del santuario, que dejó como saldo 15 muertos y 19 heridos. El grupo terrorista Daesh se ha atribuido la responsabilidad del ataque mortal.

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Este atentado terrorista se produce cuando el país es escenario de disturbios planificados por las potencias extranjeras, aprovechándose de la muerte de la mujer iraní Mahsa Amini bajo custodia policial.

Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados europeos en los recientes actos vandálicos y la violencia callejera en el país persa y aseguran que actuarán con firmeza ante los que atentan contra la seguridad y la paz de Irán, la isla de seguridad en una volátil región.