Representantes de ambas potencias mantuvieron la primera conversación telefónica referente a sus relaciones comerciales desde que inició el Gobierno de Joe Biden. La instancia buscó iniciar el diálogo para mejorar los vínculos en esta materia, deteriorados desde el inicio de la Guerra Comercial en 2018.
A pesar de que los discursos de Washington hacia Pekín bajaron de tono desde que el demócrata llegó a la Casa Blanca en enero, las hostilidades permanecen en varios frentes. El pedido estadounidense de que se vuelva a investigar el origen del coronavirus en el país asiático —repitiendo la misiva de su predecesor Donald Trump— es un ejemplo de ello.
En el ámbito del comercio sucede lo mismo con la llamada Guerra Comercial. El conflicto, iniciado por la nación norteamericana en 2018, busca escarmentar a China por prácticas que considera de competencia desleal, como los subsidios estatales a empresas del país o incluso el robo de tecnología.
“Gran parte, si no todas las políticas de Trump respecto a China, continúan y se ven. Respecto a la Guerra Comercial, los aranceles están ahí a pesar de que China dijo que debían sacarlos. Creo que esto va a continuar”, dijo a Sputnik el doctor Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú.
Para el economista, reuniones como la mantenida el jueves 27 de mayo entre las potencias, pueden llegar a generar acuerdos. Pero estos son insuficientes dado que ninguno de los países puede ceder ante el otro. En el caso de China —apuntó— por la importancia que tiene este año el centenario de la creación del Partido Comunista, símbolo del crecimiento nacional.
En tanto, para EEUU la imposibilidad radica, entre otros factores, en la cercanía de las elecciones de medio término que tendrán lugar el próximo año.