Los bombardeos israelíes sobre Líbano siguen intensificándose tras el descabezamiento de Hezbolá tras la muerte de su líder, Hasán Nasralá, en un ataque aéreo el pasado viernes. El Ejército de Israel ha lanzado este lunes una nueva oleada de bombardeos contra las regiones controladas por la milicia del partido chií en todo el territorito libanés, añadiendo un nuevo objetivo que no había sido atacado desde la guerra de 2006: el centro de Beirut. Además, la expectación sobre una posible invasión terrestre de las tropas israelíes por el sur del Líbano sigue creciendo y varias informaciones apuntan a que fuerzas especiales israelíes ya estarían realizando pequeñas incursiones en territorio libanés. La tensión aumenta con cada ataque cruzado y Hezbolá, que continúa si nombrar un sustituto a Nasralá, ha reconocido “estar preparado para la confrontación terrestre”.
El ataque de este lunes contra un barrio de mayoría suní en el sur de Beirut ha dejado al menos cuatro heridos y cuatro muertos, que se suman a los más de 1.000 fallecidos y 6.000 heridos que desde hace una semana engrosan la cifra de víctimas debido a los ataques del Estado hebreo. Solo durante la jornada del domingo murieron 105 personas en los bombardeos a todo el país, pero especialmente dirigidos contra diferentes puntos del este y el sur del territorio libanés. En la región meridional del país es donde se encontraba el líder de Hamás en Líbano, Fatá Sharif, muerto este lunes en un bombardeo israelí. Junto a él han muerto además varios miembros de su familia.
El temor a una incursión militar terrestre a gran escala está cada vez más cerca de hacerse realidad. Así lo certifica no solo la acumulación de tropas en la frontera, sino también la información que este lunes publica The Wall Street Journal y recogen medios israelíes. Según las fuentes “familiarizadas con el asunto” que cita el medio estadunidense, las fuerzas especiales israelíes habrían estado llevando a cabo pequeñas incursiones selectivas en el sur del Líbano para recopilar información y realizar sondeos antes de una la posible incursión terrestre, que podría producirse esta misma semana. Además, estas expediciones incluirían la entrada en los túneles que Hezbolá tiene a lo largo de la frontera.
La situación límite en el país ha provocado que alrededor de un millón de personas hayan abandonado sus hogares en los últimos días, según el primer ministro libanés, Najib Mikati, que insiste en que su Gobierno lleva pidiendo una tregua desde hace meses. En este sentido, más de 100.000 personas que vivían en Líbano han cruzado la frontera hacia Siria, según ha alertado este lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi. Por su parte, el Ministerio de Exteriores español ha pedido a los nacionales que estén en Líbano de vacaciones que abandonen el país y ha reconocido estar ultimando un plan de evacuación para “cuando haya que hacerlo”.