Solo 24 horas después de la consulta popular en la que Daniel Noboa recibió la aprobación de la gente para delinear una nueva política de seguridad basada en la presencia de los militares en las calles y ampliar las penas en varios delitos, el Gobierno ecuatoriano se anota un nuevo golpe en seguridad con la detención de Fabricio Colón Pico, unos de los cabecillas de la banda criminal Los Lobos que se fugó de la cárcel en la semana más oscura para el mandatario, que lo obligó a declarar por primera vez en el país un estado de conflicto armado interno.

El grupo de policías esperó a la madrugada para dar el golpe contra Colón Pico, que después de fugarse hizo un video en el que se dirigía al presidente para explicar las razones de su fuga, asegurando que lo iban a matar. Pico se había fugado de la cárcel de Riobamba el 8 de enero en medio de un amotinamiento donde huyeron otros 32 presos. Un día antes se había escapado otro de los criminales más peligrosos de la cárcel Regional de Guayaquil, José Adolfo Macías, alias Fito, del que todavía no se conoce su paradero.

Durante estos meses, Pico se había escondido en una hacienda de cacao en el sector de Puerto Quito, a 160 kilómetros de la capital. Como todo capo del narcotráfico, su anillo de seguridad iniciaba desde la comunidad, donde tenía “campaneros para avisar cualquier movimiento extraño”, explicó Freddy Sarzoza, director de Investigaciones de la Policía. Los uniformados ingresaron por el camino de tierra y la espesa vegetación que rodeaba la finca de 22 hectáreas donde Pico vivía con todas las comodidades. Su seguridad respondió con balas contra los uniformados que finalmente lograron detenerlo junto a otras cuatro personas más, incluida su hermana. Todos tienen antecedentes penales por diferentes delitos relacionados con secuestro, extorsión y asesinato.

Pico era un objetivo importante. Tiene 21 procesos judiciales en su contra de los que apenas ha cumplido un par de años de sus sentencias en la cárcel porque se aprovechó de la corrupción del sistema judicial para obtener su libertad. Pero el detonante para que sea detenido unos días antes de su fuga, fue que la fiscal del Estado, Diana Salazar, quien goza de popularidad por los casos de corrupción que investiga sobre los vínculos entre la política, la justicia y el narcotráfico, denunció públicamente en una audiencia que Pico la había amenazado de atentar contra su vida. Al día siguiente, el cabecilla fue detenido.

Para el presidente, la captura del criminal es el resultado de la política de seguridad y lucha contra la corrupción que está aplicando su Gobierno. “Gracias a la valentía de los ecuatorianos se le ha devuelto la dignidad a nuestro país. Vivimos situaciones difíciles, pero tengo la certeza que estamos yendo en la dirección correcta”, escribió el mandatario en X, con una foto de él en el que carga su propia imagen: una réplica en cartón, que fue el símbolo de su campaña. Las redes sociales han sido los únicos medios que ha escogido para comunicar después del plebiscito del domingo.

Según el Ministerio del Interior, se ha logrado reducir el 27% de las muertes violentas desde la declaratoria del estado de excepción en enero. “El tema de seguridad ha mejorado, ha mejorado tanto que en relación a otras semanas, tuvimos solo 99 muertes. Que sigue siendo mucho, pero vamos bajando esa pendiente”, dijo Mónica Palencia, ministra del Interior.

El Gobierno ahora prepara el terreno en la Asamblea para enviar los proyectos de ley para aplicar las reformas legales que se aprobaron con la consulta popular del domingo. De las nueve preguntas que ganaron el sí, cinco deben pasar obligatoriamente por el Legislativo. Cuatro de esas deben ser tratadas en la comisión de Justicia, liderada por el correísmo, con el que mantiene una tensa relación tras la captura de Jorge Glas en la embajada de México y que acusan al mandatario de mantenerlo secuestrado en la cárcel La Roca.