Cargada con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria, la Flotilla de la Libertad aguarda impaciente poder zarpar desde el puerto de Estambul hasta las costas de Gaza. “El Gobierno de Israel ha pedido al de Guinea Bissau que retire la bandera del barco Adkeniz (el buque insignia)” explicaba Ann Wright, la referente de la Flotilla a los voluntarios que pretenden subir al Adkeniz y el Conscience, los barcos que conforman la Flotilla, entre los que se encuentra la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
“No esperábamos una inspección de este tipo, pero Guinea Bissau es el país dueño de esa bandera marítima y debemos aceptarla”, han reconocido los organizadores, y han añadido que “estas presiones son una muestra de que Israel está intimidada políticamente por nosotros“.
Se definen como “un movimiento de solidaridad interpersonal fundamental compuesto por campañas e iniciativas de todo el mundo que trabajan juntas para acabar con el bloqueo de Gaza“, y recalcan que, aunque “respetamos los derechos humanos de todo el mundo, sin tener en cuenta raza, género, tribu, religión, etnia, nacionalidad, orientación sexual, ciudadanía o idioma, nos solidarizamos con el pueblo palestino, pero no apoyamos ningún partido político u organización en particular, sin excepción“.
El 31 de mayo de 2010, la flotilla de Gaza -compuesta por seis embarcaciones- sufrió un ataque por parte de la Marina de Israel, en aguas internacionales que acabó con la vida de nueve activistas y un periodista y más de treinta personas heridas: una de las cuales, que quedó en coma desde el ataque israelí, fallecería cuatro años después
En aquel viaje, la Flotilla de la Libertad llevaba a 633 personas de 37 países que pretendía llevar, según sus declaraciones, unas 10 000 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, rompiendo así el bloqueo impuesto por Israel al territorio palestino. Sin embargo, la Marina de Israel había anunciado previamente que no permitiría la llegada por mar de este convoy al territorio y diseñó un plan para detenerlo, conocido como la Operación Brisa del Mar.
Los preparativos para subir a la Flotilla de la Libertad van más allá de los alimentos. La televisión israelí Canal 12, informó que el Shayetet 13, la unidad de élite del ejército israelí, ha intensificado su entrenamiento para abordar los barcos de la flotilla, por eso, su tripulación se prepara en los denominados entrenamientos en ‘no violencia’ y ‘no resistencia’ contra un posible asalto israelí. Lo hacen en el sótano de un hotel de Estambul, donde reproducen algunas de las situaciones de tensión y violencia que posiblemente afrontarán los activistas si el barco, finalmente, logra zarpar hacia la Franja.
Son más de seis horas de entrenamiento de ‘resistencia pacífica’ en los que repasan las armas que podrían utilizar contra ellos en un abordaje a los tres buques: armas largas, gases lacrimógenos, pistolas Taser, ganadas aturdidoras, perros, drones…
“En caso de que haya impactos, tápense la cara, lo suficiente como para proteger los ojos, pero no tanto como para que piensen que se quieren ocultar”, insiste la monitora, según cuenta El País. “Es probable que antes del asalto sobrevuelen drones que pueden identificar los rostros de los pasajeros y también con capacidad para disparar”.
