Los taiwaneses rechazaron el sábado 18 de diciembre las cuatro propuestas presentadas en los referendos que podían afectar a los vínculos de su isla con los Estados Unidos, así como a su seguridad energética. La oposición pretendía hacer del escrutinio una señal de desconfianza en el Gobierno de Taiwán, pero finalmente el Ejecutivo ha sido el vencedor de loa noche.
Unos casi 19 millones de electores podían votar sobre cuatro cuestiones técnicas, entre ellas una sobre la importación de carne estadounidense y otra sobre la construcción de una terminal de gas en el norte de Taiwán. Pero con sólo un 41% de participación, ninguno de los referendos atrajo suficientes votos para ser validados.
Según el recuento de votos realizado por la Agencia Central de Noticias, hubo más personas que votaron en contra de las propuestas que a favor, reforzando la posición del Gobierno en cada una de las cuatro votaciones. La derrota de los referendos se produce en un momento en el que Taipei se enfrenta a una creciente presión militar y política por parte de Beijing.
Un voto de censura que no funcionó
A pesar de una baja participación, el Gobierno de Taiwán celebró la derrota de los referendos a través de su presidenta, Tsai Ing-wen, que había sido reelegida por una amplia mayoría el año pasado con la promesa de enfrentarse a China. “El pueblo de Taiwán quiere salir al mundo y está dispuesto a participar activamente en la comunidad internacional”, dijo Tsai a los periodistas, refiriéndose a la votación sobre el cerdo.
El Gobierno había aprobado las importaciones de carne de cerdo en 2020, con la esperanza de eliminar un obstáculo para un acuerdo de libre comercio con EE. UU. Pero el asunto había desencadenado protestas en las calles y en el Parlamento, en contra la importación de carne de cerdo estadounidense que contenga ractopamina. Un aditivo para piensos que se utiliza para aumentar la masa muscular y reducir la grasa.
El Kuomintang, la principal fuerza de la oposición que se traduce como “Partido Nacionalista Chino”, tradicionalmente favorece los estrechos lazos con Beijing y espera volver a presentarse en unas elecciones clave a finales del próximo año. Según el grupo de investigación taiwanés IORG, la propaganda china había hecho todo lo posible por apoyar al Kuomintang.
El presidente del Kuomintang, Eric Chu, que asumió el cargo en septiembre con la promesa de revitalizar la suerte del partido, se disculpó por el fracaso. “No nos desanimemos. Sigamos trabajando duro. Siempre estaremos al lado del pueblo. Debemos representar siempre la opinión del pueblo y oponernos a la dictadura democrática del Gobierno”, dijo.