“Estamos dispuestos a negociar en cualquier momento, en cuanto las fuerzas armadas ucranianas escuchen nuestro llamado y depongan las armas”, dijo Lavrov en una rueda de prensa.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso también aseguró que el objetivo de la invasión rusa de Ucrania era “liberar” a los ucranianos “de la opresión”, dando a entender que Moscú pretendía derrocar al gobierno actual.
“El presidente [Vladimir] Putin tomó la decisión de esta operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania para que, liberados de esta opresión, los ucranianos puedan elegir libremente su futuro”, dijo.
El veterano diplomático ruso también se hizo eco de las palabras del jefe del Kremlin, asegurando que “nadie se está preparando para ocupar Ucrania. El objetivo de la operación es claro: desmilitarización y desazificación”.
Rusia acusa a Ucrania de cometer un “genocidio” de la población rusoparlante del este sin aportar prueba alguna.
“Queremos que el pueblo de Ucrania, todos los pueblos ucranianos, determinen libremente su futuro”, dijo Lavrov.