El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Vershinin, habla en una rueda de prensa en la sede del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) en Nueva York.
Un diplomático ruso tacha de “infundadas” y “peligrosas” las acusaciones de EE.UU. de que Rusia planea lanzar de manera inminente una invasión de Ucrania.
“Esto es muy desafortunado, diría que incluso peligroso”, dijo el jueves el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Vershinin, en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, volviera a acusar a Moscú de preparar planes para justificar un ataque a la vecina Ucrania.
El diplomático ruso aseguró que la Federación rusa no tiene ninguna intención de invadir Ucrania, al tiempo que acusó a Estados Unidos de atizar la tensión en una situación ya muy compleja.
Dijo que la crisis en el este de Ucrania, donde las fuerzas independentistas prorrusos están implicadas desde 2014 en un conflicto con el Ejército ucraniano, tiene un solo culpable: El Gobierno de Kiev, que viola el acuerdo de Minsk, firmado hace 7 años.
El Gobierno de Rusia alerta que la situación en el este de Ucrania abre la posibilidad de un nuevo estallido de guerra cerca de las fronteras rusas.
Vershinin denunció las graves violaciones cometidas por las fuerzas ucranianas en la región de Donbás, este de Ucrania, en la línea que separa el Ejército de Ucrania de los independentistas prorrusos, y dijo que al contrario de Kiev, Moscú “está listo para un diálogo muy serio” para atajar la crisis.
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“Los intentos de culpar a Rusia son inútiles y sin fundamento” y apuntan a “desviar la responsabilidad de Ucrania” de la crítica situación que atraviesa el este del país europeo, adujo.
Conforme al diplomático ruso, la decisión de Moscú de retirar varias unidades militares de las zonas fronterizas con Ucrania en los últimos días es una prueba de que el Kremlin no tiene ninguna intención de invadir el vecino occidental.
Rusia y Occidente, con Ucrania en el centro, viven una escalada de tensiones, disparadas después de que varias fuentes publicaran sobre imaginarios planes rusos para invadir el territorio ucraniano.
Moscú, no obstante, ha rechazado una y otra vez tales acusaciones y ha indicado que se trata de un ataque mediático para desviar la atención global de su iniciativa de distensión que propuso al Occidente. Con todo, el país euroasiático no ha descartado de hacer una “respuesta militar” en el caso de una amenaza contra su territorio.