El administrador de la agencia espacial estadounidense denunció la falta de transparencia de su contraparte asiática, con la que planean lidiar “a medida que avance”.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, reclamó a sus pares chinos por negarse a colaborar con Estados Unidos sobre operaciones en el espacio y a compartir detalles de su programa espacial. “Simplemente, no hemos sido capaces de obtener ningún tipo de transparencia acerca del programa espacial chino”, declaró en rueda de prensa este martes.
El secretismo de Pekín ha creado riesgos innecesarios, sostuvo Nelson, quien dio como ejemplo un incidente del año pasado, cuando a principios de mayo los restos del cohete chino Larga Marcha-5B, que había llevado al espacio el primer módulo de su nueva estación espacial, cayeron hacia la Tierra de forma descontrolada.
Cuando el cohete propulsor se desvió en dirección al planeta, hasta finalmente caer en el océano Índico, los funcionarios del programa espacial chino se negaron a compartir los datos de seguimiento con EE.UU. u otros países.
“No reservaron suficiente combustible para realizar una reentrada controlada. Y gracias a Dios cayó en el océano Índico”, señaló Nelson. “Pero podría haber caído en Europa, podría haber caído en Arabia Saudita, podría haber caído en Grecia“, agregó, recordando que los ingenieros de la NASA tuvieron que hacer sus propios cálculos sobre la trayectoria del cohete.
“Queremos una cooperación con los chinos, pero se necesitan dos para bailar un tango, y el Gobierno chino no ha mostrado interés en esa cooperación”, resumió Nelson, para concluir que la NASA lidiará con esa situación “a medida que avance”.
Previamente reconoció que la NASA se atiene a una ley de 2011 que le prohíbe colaborar directamente con el Gobierno chino, o cualquier organización afiliada al país asiático, sin la aprobación explícita del Congreso y las autoridades federales estadounidenses, y expresó su apoyo a esa medida. Desde China, entre tanto, han manifestado ya que esa prohibición representa un impedimento para la cooperación directa con la agencia espacial estadounidense. Además, a diferencia de Rusia, China no es socio en la Estación Espacial Internacional.