El joven se negó a recibir compensación, alegando: “No es necesario pagarme por un problema tan fácil”.
Wei Dongyi, un joven profesor asistente de matemáticas de la Universidad de Pekín (China), resolvió en una noche un problema matemático que no había podido resolver seis matemáticos con doctorado que trabajaron en él durante cuatro meses.
Según medios chinos, el equipo habían intentado sin éxito construir un modelo matemático cuando llamaron a Dongyi. Cuando ajustaron su experimento a las nuevas ecuaciones enviadas por el joven, la tasa de aprobación del modelo superó el 96 %, indicando que el modelo había sido exitoso.
Agradecidos por la ayuda prestada, los matemáticos quisieron pagarle al profesor asistente, pero este se negó, diciendo: “No es necesario pagarme por un problema tan fácil”. Por último, terminó aceptando que el equipo recargara su tarjeta de transporte.
Ante la curiosidad que despertó el suceso, el decano de la facultad dijo: “No es raro ni sorprendente para nosotros que Wei pueda resolver el rompecabezas que otras personas no pudieron porque es inteligente y está ‘hiper enfocado’ en los problemas de matemáticas”.
Con solo 30 años, el talento de Wei para resolver problemas matemáticos le han otorgado el apodo de ‘Dios Wei’. Durante sus años escolares, ganó dos medallas de oro consecutivas en la Olimpiada Internacional de Matemáticas y fue admitido en la Universidad de Pekín sin necesidad de presentar el examen de ingreso, aplicado en toda China continental.
El reconocimiento que ha logrado en su campo contrasta con la simplicidad de su estilo de vida, que en ocasiones lo ha llevado a ser confundido con un estudiante de la universidad.