La cuantía de la reparación es ocho veces la cantidad solicitada por la mujer, a la que el republicano tildó de enferma mental al negar que la hubiera violado
Ocho veces más de lo pedido. Donald Trump ha sido condenado este viernes por un jurado federal a pagar 83,3 millones de dólares por daños y perjuicios a la columnista E. Jean Carroll, quien acusó al expresidente de Estados Unidos de destruir su reputación como periodista al negar que la violó a mediados de los años noventa en un probador de unos almacenes de lujo en Manhattan.
Carroll, de 80 años, demandó a Trump, de 77, en noviembre de 2019 por haber negado cinco meses antes que la hubiera violado. El candidato republicano favorito para la nominación presidencial ya fue condenado en mayo pasado por abusar sexualmente de la mujer. El jurado le impuso entonces una sanción de cinco millones de dólares, tres de ellos por difamación.
En un post publicado en su red social, Truth Social, el republicano ha arremetido contra el fallo y asegurado que recurrirá. Con sus mayúsculas y exclamaciones habituales, el líder en las primarias republicanas escribió: “¡Absolutamente ridículo! Estoy totalmente en desacuerdo con ambos veredictos, y apelaré toda esta Caza de Brujas dirigida por [el presidente demócrata Joe] Biden y centrada en mí y en el Partido Republicano. Nuestro sistema legal está fuera de control y está siendo utilizado como arma política. Nos han quitado todos los derechos de la Primera Enmienda. ESTO NO ES ESTADOS UNIDOS”. La primera enmienda de la Constitución de EE UU consagra la libertad de expresión.
Trump, que ha comparecido dos días seguidos en el tribunal tras atender sus obligaciones de campaña en New Hampshire, abandonó sorpresivamente la sala este viernes mientras la abogada principal de Carroll leía sus argumentos finales. Amonestado anteriormente por el juez que preside la causa, Lewis Kaplan, y amenazado incluso con la expulsión de la sala, el sanguíneo expresidente ha mostrado durante las dos vistas una actitud más templada y morigerada, aunque hecha trizas hoy por el tono de su lamento en Truth Social.
En todos los procesos que afronta, el mantra del magnate es el de ser víctima de una caza de brujas política por parte de sus enemigos demócratas con el objetivo de impedir que llegue de nuevo a la Casa Blanca y dañar su reputación personal y empresarial. El victimismo le ha dado buenos resultados, tanto en popularidad como en recaudación de campaña: tras cada imputación -y suma cuatro-, los sondeos de intención de voto se disparan y la caja registradora de la campaña no da abasto a recoger dádivas. En los tres meses transcurridos entre las imputaciones de Georgia y Washington, la campaña de Trump anotó 45,5 millones de dólares. El año pasado su equipo cifró la recaudación del primer trimestre en 10 millones de dólares, la del segundo en 35 millones y la del tercero, en los citados 45,5 millones.
En el segundo asalto del caso civil instado por Carroll, que se juzga también en un tribunal federal de Manhattan, el jurado de nueve miembros debía poner una cifra a la difamación por parte del republicano al negar las acusaciones de Carroll. La acusación había solicitado diez millones de dólares, cifra que un abogado especializado en daños y perjuicios elevó ligeramente hasta los 12. La decisión del jurado ha sorprendido a propios y extraños por la elevada cuantía de la reparación, que se desglosa en varios capítulos. Trump debe pagar a Carroll una indemnización compensatoria de 18,3 millones de dólares: 11 millones para financiar una campaña de reparación de su reputación y 7,3 millones por el daño emocional causado por las declaraciones que el expresidente hizo en 2019, poco después de que la mujer airease el suceso del probador, según Trump para publicitar mejor la venta de un libro autobiográfico.
Trump también debería pagar 65 millones de dólares en daños punitivos por actuar maliciosamente al pronunciarse sobre Carroll, ha determinado el jurado, la identidad de cuyos miembros se ha salvaguardado por completo, hasta el extremo de que ninguno de ellos conoce la real de sus compañeros. El juez Kaplan ha agradecido a los miembros su trabajo tras la lectura del veredicto, a la vez que levantaba la orden de silencio sobre las deliberaciones, a condición de no revelar la identidad de sus compañeros. “Mi consejo no obstante es que nunca revelen que han formado parte del jurado, no voy a decir nada más sobre el asunto”, ha declarado Kaplan, citado por la CNN. La víspera, una vieja amiga de Carroll que declaró a petición de la defensa subrayó el clima de crispación política del país como circunstancia agravante de su testimonio.
En mayo pasado, un jurado federal separado de Manhattan otorgó a Carroll un total de cinco millones en daños -de los que tres millones correspondían a la difamación- después de demostrarse probado que Trump abusó sexualmente de ella en aquel probador de los grandes almacenes, y difamarla luego en 2022, menospreciándola hasta el extremo de llamarla “enferma mental” y negando de nuevo sus acusaciones.
El candidato a la reelección en noviembre arrostra un complicado panorama judicial. A las cuatro imputaciones en su contra, se unen dos juicios civiles, ambos en Nueva York (este por difamación y otro por fraude en sus negocios familiares), con un total de 91 cargos. El frente judicial no ha menoscabo sin embargo sus expectativas políticas, como demuestran sus contundentes victorias en los caucus de Iowa y New Hampshire.