Un perfil del presidente de Rusia, elecciones en Costa Rica, Daddy Yankee se jubila y más.
Es viernes y tu buzón de correo lo sabe. Aquí tienes nuestras mejores lecturas de la semana, con eñes y acentos, que no encontrarás en otro lugar.
“Por el amor de Dios”, dijo el presidente Joe Biden en Varsovia la semana pasada, “este hombre no puede seguir en el poder”. Se refería a Vladimir Putin.
Biden estaba en una gira diplomática por Europa en otro desesperado intento de detener la invasión de Rusia a Ucrania, que ya se prolonga más de cinco semanas.
Los funcionarios de la Casa Blanca se apresuraron a aclarar que el mandatario no se refería a un cambio de régimen.
En Rusia, Putin lleva 22 años acumulando y ejerciendo el poder dentro de sus fronteras. “La pesadilla de Putin no es la OTAN sino la democracia”, dijo un exministro de Exteriores alemán en una entrevista reciente.
Hace cinco semanas que Rusia invadió Ucrania. Desde entonces, miles de soldados y civiles de ambos países han perdido la vida. Las principales ciudades ucranianas están sitiadas y enfrentan condiciones de hambruna. Más de 3 millones de personas han huido de Ucrania. El líder ruso dice que se trata de una operación especial para desnazificar a su vecino. Cualquiera que se atreva a llamarla guerra dentro de Rusia enfrenta hasta 15 años de prisión.
La catástrofe de la guerra en Ucrania surge de lo que, para Putin, es la gran catástrofe de Rusia en el siglo XX: el desmembramiento de la Unión Soviética, la caída del imperio ruso.
Roger Cohen, jefe de la corresponsalía del Times en París, construye el perfil del exagente de la KGB que se convirtió en autócrata. A través de decenas de entrevistas a expresidentes, diplomáticos y otras personas que han interactuado con Putin o analizado su trayectoria, Cohen intenta resolver un enigma.
Consciente de que Angela Merkel le teme a los perros, acudió a una reunión acompañado de uno. A Condolezza Rice la dejó esperando muchas horas. Este año se le fotografió en una larga mesa con Emmanuel Macron. Sin embargo, sedujo a George W. Bush y a otros líderes occidentales. “Es un hombre que siempre quiere demostrar una especie de determinación implacable”, dijo François Hollande, el expresidente francés, “pero también con un tono de seducción, casi de dulzura”.
Vale la pena sentarse un buen rato este fin de semana y sumergirse en esta lectura para intentar comprender su trayectoria y, tal vez, dilucidar un posible desenlace para la guerra.