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Opinión

Laura Arroyo Gárate: La trampa de los relatos

La mal llamada “marcha” del sábado que pasó, impulsada por el golpismo con el auspicio de distintos espacios de poder -entre ellos el poder mediático- logró movilizar más que en las varias otras manifestaciones que han orquestado en este año de gobierno de Castillo, pero no por ello logran ensanchar sus bases (ni aumentar los números para la vacancia en el Congreso). El golpismo, eso sí, cuenta con los recursos para sostener una movilización que no es ni espontánea ni principista, sino antes bien elitista y que tiene como objetivo la defensa de sus privilegios con todo lo que haga falta. Fascismo de La Pestilencia y discursos racista, clasistas y de odio de por medio. La gran prensa calló ante estas variables constitutivas del carácter de dicha movilización y al hacerlo fueron cómplices de esa articulación. Los fascismos no molestan cuando son útiles al poder. Los mensajes de odio, tampoco.

La marcha de hoy, en cambio, es distinta. Ha contado con apenas pocos días para su convocatoria. No ha contado con el poder mediático, ni con recursos económicos que cubran la movilización de personas desde lugares alejados al centro, ni contó con voceros en espacios de poder ni con auspiciadores influyentes que permitieran la difusión masiva del mensaje. Y pese a esta diferencia evidente entre una y otra, hay quien intenta decirnos que ambas movilizaciones son comparables sin considerar estos puntos de partida diferenciados. A veces la equidistancia se le va de las manos a ciertos colegas que buscan hacer análisis sesudos sin considerar algo clave para ello: el contexto. El contexto no sólo importa, determina.
A raíz de las imágenes de la movilización de hoy podemos detectar ya dos giros de relato por parte de quienes quieren instalar un mensaje de derrota de unos versus otros de manera antojadiza. Aquí las trampas.
Veo a varios colegas en redes sociales haciendo del análisis numérico un ensayo dogmático de valoración de una movilización. Una mirada chata y, en algunos casos, completamente malintencionada. He leído a alguno decir que “sin tomas aéreas no se puede saber qué marcha funciona más” como si la cuantificación fuera la variable clave en la lectura de un momento político. Esto es absurdo porque no sólo eliminan el contexto y por tanto las desventajas materiales en el caso de la movilización de hoy, sino porque al limitar el análisis al dato matemático quitan la política de la mesa. Los números en sí no significan. El ánimo movilizador o la pulsión movilizadora tiene que ver con el tipo de convocatoria.
Lo que vemos estos días no es nuevo: la puesta en escena de dos Perús enfrentados. Uno minoritario y uno mayoritario. Uno mayoritariamente blanco, urbano, capitalino y otro de carácter popular y plebeyo. ¿No es esta una variable clave en el análisis? Los números nunca te delinearán este escenario con ese detalle que es fundamental. Ello nos lleva a pensar que resulta elocuente que mientras antes sólo marchaban las mayorías sociales y populares, recién desde 2021 son las élites pudientes quienes se movilizan. ¿A quién suma el despliegue escénico de esta fractura? ¿Es realmente una cuestión de números o también una cuestión de quiénes? Como bien comenté en este espacio a raíz de una entevista a Cecilia Méndez, la política y la pulsión movilizadora no se limita a la agenda de lo material, sino a la de las ideas y las identidades. Un análisis sin contar con este vector no es análisis, es foto vacía.
Y, OJO: Incluso si algunos interesados quieren ceñir el análisis solo a los números lo tienen difícil para ganar el relato. El vídeo que comparto líneas abajo es una muestra de ello. Lograrlo con la campaña en contra y sin medios (ni económicos ni de comunicación) es antes una victoria que una derrota. Ojo con ello.
❗️TRAMPA 2: La marcha es “pro Castillo”
Para convocar la marcha ha habido contadas portavoces (sí, generalmente mujeres) en también contados espacios de comunicación. La difusión ha sido antes bien por canales internos de las organizaciones y movimientos sociales y también, en menor medida, redes sociales. Las portavoces que pude oír enfatizaron que la marcha es una marcha contra el golpismo y en defensa de la democracia, entendida esta como el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas en 2021 y también como la exigencia al cumplimiento del programa electoral con el que ganó Castillo. Este segundo reclamo es, a mi juicio, el más importante ya que recién entra en el tablero de estas necesarias movilizaciones contrarias al golpismo.
Hay un rechazo explícito al continuismo y una exigencia clara al Gobierno de Castillo. De esto no te hablarán los medios de comunicación, convenientemente. Nada que suene a una oposición democrática les interesa que se oiga.
Y esta es la segunda trampa del relato que ya en unas horas se está leyendo también en redes sociales y que luego veremos extrapolada a todos los espacios del poder mediático: que es una marcha pro Castillo o incluso que es una marcha directamente oficialista y orquestada por el Gobierno. Ya sabemos que el ladrón cree que todos son de su condición.
Al respecto toca decir que se trata de una marcha claramente antigolpista y aunque es valioso el aporte e iniciativa de quienes buscan señalar que también exige al gobierno, esto último todavía debe consolidarse con más fuerza y espero que así sea en otras iniciativas. Lo que sí vemos claramente es un rechazo al golpismo de las élites, pero fuera de ello contamos con una serie de consignas heterogéneas respecto al Gobierno y las instituciones. Se oyen gritos de respaldo a Castillo, pero también un rechazo al continuismo en las políticas de gobierno. Por otro lado también vemos un pedido de cierre del congreso y también la demanda de una nueva Constitución. Por tanto, miente o se equivoca quien dice que es una marcha oficialista. Si algo prima en la movilización de hoy es el “anti”: el antigolpismo.
Las palabras importan y los poderes lo saben. Es curioso que mientras se defendía con uñas y dientes el derecho a manifestación hace unos días, hoy se busca dejar de hablar de ello y poner el foco en los números sin el contexto o en falsos “organizadores” de la marcha. Del mismo modo, resulta alarmante que mientras que el fascismo violento desfiló codo a codo con el golpismo el sábado, sea en la madrugada de hoy que la Fiscalía dirigió un oficio a Dante Castro, dirigente de la Asamblea General de los Pueblos, exigiéndole descargos por actos de violencia en una marcha que TODAVÍA no empezaba.
Como si en Perú así como ahora hay que probar la inocencia -Barreto dixit- también hubiera que responder por hechos que no han ocurrido. Una nueva vergüenza antidemocrática desde el Ministerio Público antes preocupado en cuidar a las élites que en hacer justicia de verdad.
Ojo con las trampas del discurso que en las próximas horas oirás y leerás hasta en la sopa. Que sirvan estas líneas para desmontar cada trampa.
Vídeo de la movilización de hoy tomado de la cuenta de tuiter de Fernando Zegarra en su tuiter.

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