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Opinión

Michal Rajchl: La tragedia de Secocha como consecuencia de la existencia de un pueblo construido sobre un cono aluvial

Doctor en geología, sedimentólogo y geomorfólogo especialista en la prevención de riesgos por peligros geológicos. Investigador de los sistemas fluviales en el norte del Perú.

El “huayco” que el domingo 5 de febrero azotó los centros poblados Miski, San Martín, Secocha y Urasqui en la Región Arequipa, que cobró la vida de 16 personas, produjo la desaparición de otras 20, afectó cerca de mil viviendas y dejó aproximadamente cinco mil damnificados(1), no debiera -por estas trágicas consecuencias- definirse como un “desastre natural”.

Los desastres de estas características no son naturales. Al contrario, los niveles y alcances destructivos las dinámicas naturales de la superficie terrestre, como los producidos por este “huayco”, dependen directamente de las intervenciones antropogénicas. Emplear una correcta “definición” del problema podría resultar de vital importancia, no solo al momento de encontrar soluciones en la reducción de este tipo de catástrofes, sino en la identificación del origen del problema. Esta preocupación nos lleva a plantear el siguiente cuestionamiento ¿De quién es la responsabilidad por la tragedia ocurrida en Secocha, de la “naturaleza” del lugar o más bien de las decisiones humanas que se tomaron sobre ella?

El centro poblado de Secocha, uno de los más afectados por el referido “huayco”, se encuentra sobre un cono aluvial(2). Este cono que se forma al final de la quebrada Saca de Posco ingresa al Valle del río Ocoña. Los datos satelitales del 2004 y el más reciente evento, demuestran que este cono se encuentra activo. El origen de un cono aluvial, es decir de esta forma del relieve, es resultado del tránsito de un flujo de detrito o flujo hiperconcentrado (huaycos), al interior de un cauce, que se desborda y de la consecuente acumulación de sedimentos que forman una geometría específica, que es la que da lugar a su nombre.

NS_20231002bModelo ilustrativo de cono aluvial.

En los últimos 20 años, la expansión poblacional asentada en Secocha logró cubrir la totalidad de la superficie de este cono aluvial, tal como puede observarse a la actualidad. No obstante, el patrón de este asentamiento humano promovió un cambio drástico en las condiciones naturales del paisaje. Las viviendas construidas al interior de la quebrada Saca de Posco (origen del cono aluvial) no solo bloquearon su cauce natural, sino que, al crecer el casco urbano, los lugareños no contemplaron la edificación de drenajes para el tránsito de los “huaycos” que ocurren durante los periodos de lluvias intensas. Esto llevó a que los flujos de dicha quebrada que, antes de la ocupación humana atravesaban libremente la superficie hasta llegar al río Ocoña, ahora no cuenten con una salida que respete su dinámica natural. Dicho de otro modo, las viviendas construidas en Secocha se convirtieron en verdaderos obstáculos hidrodinámicos y su red de calles en rutas potenciales para la corriente de agua que además de cargar los sedimentos propios de la quebrada, arrastran todo lo que encuentra a su paso.

NS_20231002Las imágenes satelitales ofrecidas por Google Earth desde años 2004, 2009, 2016 y 2020 demuestran la acelerada urbanización del centro poblado de Secocha sobre el área del cono aluvial correspondiente a la quebrada Saca de Posco. Las imágenes también ofrecen a ver la expansión de la zona agrícola dentro del cauce del río Ocoña.

Las corrientes de agua tienen generalmente un efecto erosivo sobre los suelos y rocas. Sin embargo, si el agua lleva sedimentos (lodo, arena, grava, escombros, etc.), este material logra acumularse debido a la desaceleración de la corriente de agua reduciendo su capacidad para transportar sedimentos como consecuencia de los cambios de pendiente.

Por el tipo de paisaje, es decir por las características geomorfológicas de los alrededores de Secocha, este territorio genera naturalmente una gran cantidad de material suelto (especialmente escombros) presto a mezclarse con agua y formar lo que comúnmente se conoce con el nombre de huaycos. Pero la gravedad del problema no radica únicamente en estos flujos.

El centro poblado de Secocha además de asentarse sobre un cono aluvial, mantiene a sus alrededores – como puede observarse a través de datos de teledetección- una intensa actividad minera aurífera “artesanal”. Sin supervisión técnica, los escombros producidos por esta actividad extractiva aumentan la cantidad del material suelto disponible, lo que hace crecer exponencialmente el volumen de los flujos que discurren por la quebrada Saca de Posco. Debido a las precarias tecnologías y sustancias químicas empleadas, como el mercurio, esta actividad genera residuos que son arrastrados por los huaycos, afectando todo lo que tocan a su paso: personas, viviendas, zonas agrícolas, hasta llegar incluso a contaminar el río Ocoña. Todo lo cual constituye, una verdadera amenaza ecológica que, urge hoy en día, ser evaluada y monitoreada, a fin de calcular y remediar el daño ocasionado. Este tipo de peligro por residuos mineros tiene un impacto negativo incluso mucho más grave y destructivo que el último huayco registrado en la zona.

NS_20231002dLa ilustración visualiza la yuxtaposición del centro poblado de Secocha sobre el cono aluvial. Los polígonos rojos representan una parte de los pasivos mineros que alimentan a los huaycos con escombros.

INGEMMET, a través de un informe de acceso público advirtió en el año 2021 sobre estos peligros que ponían en constante amenaza al centro poblado de Secocha, recomendó su reubicación y dos años después, lamentablemente, ocurrió lo que había previsto.(3)

Los efectos catastróficos generados por la forma de asentamiento poblacional sobre terrenos cuyas condiciones naturales no se respetan y por las actividades extractivas que ponen en riesgo la vida misma de los pobladores de Secocha, pueden reducirse con una adecuada planificación territorial. Para ello se deben adoptar políticas trasversales que atiendan principalmente el problema socioeconómico de la población local a través de procesos participativos, orienten su reubicación e incluso la construcción formal de nuevos asentamientos con respeto a la dinámica natural de la superficie terrestre de la región, es decir la geomorfología propia de su paisaje.

El análisis geomorfológico del terreno nos ofrece el conocimiento necesario sobre los procesos geológicos que podrían representar una amenaza potencial antes de planificar cualquier proyecto inmobiliario, minero, agrícola etc. Y, en caso de proyectos existentes esta metodología permite contribuir a determinar el nivel de la vulnerabilidad de los peligros geológicos a los que están expuestos y encontrar las soluciones técnicas adecuadas.

El caso de Secocha, es solo un pequeño y claro ejemplo de miles de zonas vulnerables que están expuesta en el Perú a peligros geológicos en razón de sus complejas condiciones geodinámicas. Pero el principio del problema en relación a la destructividad de estos peligros no se encuentra en las condiciones naturales propias del relieve terrestre, sino en las intervenciones humanas, la falta o la no aplicación de normas técnicas y legales que regulan el ordenamiento territorial, todo lo cual genera efectivamente el desastre.


(1) INDECI, Reporte complementario N° 1218 – 9/2/2023 / COEN – INDECI / 06:10 HORAS (Reporte N° 14) del 9 de febrero del 2023. Véase: file:///C:/Users/histo/Downloads/REPORTE-COMPLEMENTARIO-N%C2%BA-1218-9FEB2023-LLUVIAS-INTENSAS-EN-EL-DISTRITO-DE-MARIANO-NICOLAS-VALC%C3%81RCEL-AREQUIPA-14-1.pdf

(2) Un cono aluvial se caracteriza por tener una silueta cónica o forma de abanico en plano y de una superficie reduciendo su pendiente desde la parte superior del cono hasta su borde exterior. Este depósito de aluviones se genera al final de los valles, en las zonas de pie de monte, donde la pendiente de las laderas enlaza con una zona plana y los valles y quebradas estrechas se abren a un amplio espacio. Su génesis viene dada por la pérdida de energía del flujo del agua con una importante carga de sedimentos que son depositados en la superficie del cono aluvial. Los conos aluviales son formados con material incoherente (mayormente arena y grava). El cauce principal de la quebrada que lleva agua con su carga de aluviones se bifurca en la superficie del cono en un sistema de los cauces lateralmente inestables suya posición se puede cambiar cada inundación.

Fuente: Noticias SER:PE

(3) INGEMMET, Boletín Serie C: Geodinámica e Ingeniería Geológica N° 81 Peligro Geológico en la Región Arequipa (2021). Veáse: https://hdl.handle.net/20.500.12544/3160

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