“No a la violencia, venga de donde venga, no más muertes”, dijo el Sumo Pontífice el 22 de enero de 2023
El Papa Francisco no fue ajeno al dolor que causó la violencia y las muertes durante las protestas en Perú de finales de 2022 y principios de 2023, como parte de la creciente crisis política y social en el país. Las manifestaciones, que comenzaron en diciembre en rechazo al gobierno de Dina Boluarte, se saldaron con un elevado número de víctimas fatales debido a la represión policial, lo que generó conmoción tanto en Perú como en la comunidad internacional. A lo largo de esos meses, el pontífice hizo un llamado reiterado a la paz y al diálogo en el país sudamericano, en un contexto de creciente polarización y tensión social.
Las protestas se presentaron principalmente en el sur del país, tras la destitución por el Congreso del entonces presidente Pedro Castillo, quien el 7 de diciembre de 2022 intentó dar un golpe de Estado. A lo largo de cuatro meses, las manifestaciones sumaron 77 fallecidos y más de 1.000 heridos. Según la Defensoría del Pueblo, 49 de las muertes se produjeron durante enfrentamientos directos con las fuerzas del orden, mientras que un policía murió tras ser quemado vivo y otras 11 personas fallecieron por los bloqueos de carreteras realizados por los manifestantes.

El 18 de diciembre de 2022, durante su tradicional rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco expresó su cercanía con el pueblo peruano y destacó su preocupación por las víctimas de la violencia que se vivía en ese momento en el país. “Y recemos también por la paz en Perú, para que cesen las violencias en el país y se emprenda la vía del diálogo con el fin de superar la crisis política y social que aflige a la población”, expresó el Papa, pidiendo el cese de la confrontación y un proceso de diálogo sincero entre las partes. Estas palabras fueron un llamado a detener las agresiones y a buscar una solución pacífica a través de la conversación y el entendimiento mutuo.
Más tarde, el 22 de enero de 2023, el Papa Francisco reiteró su mensaje en una nueva alocución pública, alzando su voz contra la violencia y la muerte. “Me uno a los obispos peruanos al decir: ‘No a la violencia, venga de donde venga. No más muertes’. (…) La violencia extingue la esperanza de una solución justa a los problemas”, insistió el pontífice, resaltando una vez más su rechazo a cualquier forma de violencia y el deseo de que se restableciera la paz en Perú. En su mensaje, también instó a todas las partes a tomar la vía del diálogo, “con pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de Derecho“, subrayando la necesidad de un enfoque basado en el respeto y la justicia para superar la crisis.

Polarización y tensión social
La violencia desatada en Perú a finales de 2022 y principios de 2023 dejó un saldo trágico de decenas de muertos y centenares de heridos, a medida que las manifestaciones contra el gobierno de Dina Boluarte se multiplicaban en diversas regiones del país. Las protestas estallaron luego de la destitución del presidente Pedro Castillo, quien fue removido del cargo tras intentar disolver el Congreso, y continuaron con la exigencia de la renuncia de la actual presidenta y nuevas elecciones. Las fuerzas de seguridad, en un intento por sofocar los levantamientos, utilizaron una represión fuertemente criticada tanto a nivel nacional como internacional.
La respuesta del gobierno de Boluarte a las manifestaciones fue severa, con denuncias de uso desproporcionado de la fuerza y violaciones a los derechos humanos. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y diversas organizaciones locales e internacionales de derechos humanos denunciaron el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades. Según informes, las fuerzas de seguridad emplearon balas de goma y de plomo, causando un número significativo de muertos y heridos, en su mayoría entre los manifestantes, pero también afectando a personas ajenas a las protestas.

El Papa Francisco, a través de sus declaraciones, buscó reflejar el dolor de muchas de las víctimas y la necesidad urgente de poner fin a la violencia, un mensaje que se alineó con las voces de quienes exigieron una solución pacífica y negociada. Al mismo tiempo, la comunidad internacional hizo un llamado a las autoridades peruanas a investigar las muertes y llevar ante la justicia a los responsables de la represión, además de promover un proceso de reconciliación que permita restaurar la paz en el país.
Fuente: Infobae