Pobladores y turistas se preparan para participar esta noche del velorio del Rey Momo, acto con el que empiezan las últimas actividades del carnaval de Cajamarca. Foto: ANDINA/difusión.
Por Valery Díaz Vásquez, enviada especial
En una noche cargada de emociones encontradas, Cajamarca despide con emoción al Ño Carnavalón en su “velorio”, un evento emblemático que marca el final de las festividades del carnaval y tomará lugar en la plazuela Bolognesi a las 8 de la noche.
Los barrios presentan a sus representantes, hombres disfrazados de mujeres, un máximo de ocho a diez “viudas”, quienes harán su mejor presentación frente a los miles de espectadores.
Cada viuda dispone de cinco minutos para ofrecer un “espectáculo” ante el ataúd, donde lloran y cuentan la historia de su relación con el muñeco, rememorando momentos de la fiesta vivida. La competencia es intensa, premiando a las tres mejores, quienes serán las acompañantes del Ño en su entierro, que se dará el día siguiente.
La plaza Bolognesi se convierte en el epicentro de la despedida, donde miles de personas se congregan para celebrar la vida y la tradición. La música y los bailes llenan el ambiente, mientras se reflexiona sobre el paso del tiempo y la fugacidad de la vida.
Es un momento de unión comunitaria, donde se honra con amor y gratitud al Ño Carnavalón, quien ha brindado incontables momentos de alegría y diversión a lo largo de las festividades.
La noche avanzará entre risas y alegría, con la presentación de grupos que mantienen viva la esencia del carnaval.
El velorio del Ño Carnavalón represente un crisol de emociones, donde la efervescencia festiva se entremezcla con la inevitable melancolía de la despedida. Más que un evento es un ritual cargado de significado, un punto de encuentro para recordar y honrar nuestras raíces culturales.
En este espacio de reflexión, la comunidad cajamarquina se une en un gesto de solidaridad y aprecio hacia aquel que encarna el espíritu del carnaval.