Este sábado 6 de agosto se conmemora el 198 aniversario de la célebre batalla de Junín, primera gran victoria del ejército patriota encabezado por el libertador Simón Bolívar y cuyo triunfo fue crucial para consolidar la independencia del Perú y de América del Sur.
En virtud de esta emblemática gesta, el Gobierno promulgó hoy la ley, aprobada por el Congreso, que declara el 6 de agosto de cada año como feriado nacional, en todas las entidades e instituciones públicas, según establece una norma publicada en el Diario Oficial El Peruano.
La Batalla de Junín se libró en la tarde del 6 de agosto de 1824, en la fría Pampa de Junín o altiplano de Bombón y en las inmediaciones del lago Chinchaycocha o de Junín, ubicados a 4,100 metros sobre el nivel del mar. Allí confluyeron el ejército libertador liderado por el general Simón Bolívar y el ejército realista comandado por el general español José de Canterac.
Antes de la lucha, el libertador Simón Bolívar arengó a las tropas con las siguientes palabras: “¡Soldados!, Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud”.
Este enfrentamiento paradigmático entre las fuerzas libertadoras y realistas tuvo como característica que solo se utilizaron lanzas, bayonetas y sables, sin disparar armas de fuego. En principio, parecía que la victoria se inclinaba a favor del ejército realista, que era más numeroso, pero la decisiva y valiente intervención del regimiento de caballería peruano llamado Húsares del Perú, comandado por el teniente coronel argentino Isidoro Suárez y encabezado por el capitán peruano Andrés Rázuri Esteves, cambio el curso de los acontecimientos y decidió el triunfo definitivo de los patriotas.