La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón.
En una forma de hipertensión pulmonar, llamada hipertensión arterial pulmonar, los vasos sanguíneos de los pulmones se estrechan, bloquean o destruyen. El daño ralentiza el flujo sanguíneo a través de los pulmones y aumenta la presión arterial en las arterias de los pulmones. El corazón debe hacer un esfuerzo mayor para bombear sangre a través de los pulmones. Con el tiempo, el esfuerzo adicional hace que el músculo cardíaco se debilite y falle.
En algunas personas, la hipertensión pulmonar empeora lentamente y puede poner en riesgo la vida. Aunque no existe cura para algunos tipos de hipertensión pulmonar, el tratamiento puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.Los signos y síntomas de la hipertensión pulmonar se desarrollan lentamente. Es posible que no los notes durante meses o incluso años. Los síntomas empeoran a medida la enfermedad progresa.
Los signos y síntomas de la hipertensión pulmonar incluyen los siguientes: El corazón común tiene dos cavidades superiores (aurículas) y dos cavidades inferiores (ventrículos). Cada vez que la sangre pasa por el corazón, la cavidad inferior derecha (ventrículo derecho) bombea sangre a los pulmones a través de un vaso sanguíneo grande (arteria pulmonar).
En los pulmones, la sangre librera el dióxido de carbono y toma el oxígeno. Por lo general, la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos en los pulmones (arterias pulmonares, capilares y venas) hacia la parte izquierda del corazón. Sin embargo, los cambios en las células que recubren las arterias pulmonares pueden hacer que las paredes de las arterias se vuelvan más rígidas y gruesas. Estos cambios pueden hacer más lento el flujo sanguíneo o bloquearlo a través de los pulmones, y provocar hipertensión pulmonar.
La hipertensión pulmonar se clasifica en cinco grupos, según la causa. Causa desconocida (hipertensión arterial pulmonar idiopática)Cambios en un gen que se trasmite de padres a hijos (hipertensión arterial pulmonar hereditaria)Uso de ciertos medicamentos o sustancias ilegalesProblemas cardíacos presentes al nacer (enfermedad cardíaca congénita)Otras afecciones, como infección por VIH, enfermedad hepática crónica (cirrosis) y trastornos del tejido conectivo (escleroderma, lupus, otros)
Enfermedad de la válvula cardíaca izquierda, como la enfermedad de la válvula mitral o aórtica. Insuficiencia de la cavidad cardíaca izquierda inferior (ventrículo izquierdo) del corazón
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Cicatrices en el tejido entre los sacos de aire del pulmón (fibrosis pulmonar) Apnea obstructiva del sueño
Exposición a largo plazo a grandes altitudes en personas que pueden tener un riesgo mayor de hipertensión pulmonar
Las causas incluyen las siguientes: Coágulos sanguíneos crónicos en los pulmones (embolia) Otros trastornos de la coagulación
Trastornos de la sangre, como la policitemia vera y la trombocitemia esencial
Trastornos inflamatorios, como la sarcoidosis y la vasculitis
Trastornos metabólicos, como la enfermedad de almacenamiento de glucógeno
Enfermedad renal
Tumores que presionan las arterias pulmonares
El síndrome de Eisenmenger es un tipo de enfermedad cardíaca congénita que causa hipertensión pulmonar. Suele provocarse por un orificio grande en el corazón entre las dos cavidades cardíacas inferiores (ventrículos), denominado comunicación interventricular.
Este orificio hace que la sangre no fluya correctamente en el corazón. La sangre que transporta oxígeno (sangre roja) se mezcla con la sangre con poco oxígeno (sangre azul). La sangre vuelve a los pulmones en lugar de ir al resto del cuerpo, lo que aumenta la presión en las arterias pulmonares y causa hipertensión pulmonar. La hipertensión pulmonar se diagnostica con mayor frecuencia en personas de entre 30 a 60 años. Envejecer puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar del grupo 1, llamada hipertensión arterial pulmonar. Sin embargo, la hipertensión arterial pulmonar por causa desconocida (hipertensión arterial pulmonar idiopática) es más común en adultos jóvenes.
Entre los otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar se incluyen los siguientes:
Antecedentes familiares de esta afección
Sobrepeso
Trastornos de coagulación de la sangre o antecedentes familiares de coágulos sanguíneos en los pulmones
Exposición al asbesto
Enfermedad cardíaca congénita
Vivir en una zona de gran altitud
Consumo de ciertos fármacos, como medicamentos para bajar de peso y drogas ilícitas, como cocaína o anfetaminas
Uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, utilizados para tratar la depresión y la ansiedad. Entre las posibles complicaciones de la hipertensión pulmonar se incluyen las siguientes:
Agrandamiento del lado derecho del corazón e insuficiencia cardíaca (cor pulmonale). En el caso del cor pulmonale, se agranda la cavidad inferior derecha del corazón (ventrículo). Tiene que bombear más fuerte de lo habitual para mover la sangre a través de arterias pulmonares estrechadas o bloqueadas. Como consecuencia, las paredes del corazón se engrosan y el ventrículo derecho se expande para aumentar la cantidad de sangre que puede contener. Sin embargo, estos cambios hacen que el corazón se esfuerce más y con el tiempo el ventrículo derecho deja de funcionar.
Coágulos sanguíneos. Tener hipertensión pulmonar aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos en las arterias pequeñas de los pulmones.
Latidos cardíacos irregulares (arritmia). Algunas arritmias causadas por la hipertensión pulmonar pueden poner en riesgo la vida.
Sangrado en los pulmones. La hipertensión pulmonar puede provocar un sangrado pulmonar que pone en riesgo la vida y tos con sangre (hemoptisis).
Complicaciones en el embarazo. La hipertensión pulmonar puede poner en riesgo la vida de un bebé en desarrollo.