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Salud

¿Cómo saber si tienes gripe o resfriado? Reconoce los síntomas de la gripe y el resfriado en invierno.

¡Han llegado los meses más fríos! Y con ellos los estornudos, la tos y la congestión nasal que solemos asociar con la gripe o el resfriado. Sin embargo, en muchas ocasiones, confundimos ambas enfermedades debido a que sus síntomas son muy parecidos, que no iguales, y suelen afectar a las vías respiratorias.

Es necesario reconocer los síntomas de la gripe y el resfriado para poder aplicar el tratamiento oportuno y solucionar estos molestos problemas de salud, muy frecuentes durante el invierno. Para ello, te vamos a explicar cuáles son las principales diferencias entre la gripe y el resfriado.

Empezamos por el resfriado común, o catarro, una enfermedad infecciosa leve, pero muy contagiosa, que afecta a las vías respiratorias y que puede estar causada por más 200 virus diferentes, entre ellos, el rinovirus o el coronavirus.

Los principales síntomas del resfriado común son:

  • Estornudos
  • Goteo y congestión nasal
  • Tos productiva (con mocos)
  • Dolor de garganta
  • Irritación de los ojos
  • Fiebre baja, pero es poco frecuente

El resfriado común no suele presentar complicaciones y empezaremos a sentirnos mejor después de 5-7 días, aunque puede que sigamos con tos residual.

La gripe, o influenza, también es una enfermedad infecciosa de origen vírico que afecta a las vías respiratorias pero, a diferencia del resfriado, sólo la causa una familia de virus: influenza A, B y C, siendo los dos últimos los que más afectan a las personas, sobre todo en invierno.

Contagiarse de gripe es muy fácil, ya que el virus se transmite por el aire mediante gotas de saliva que se expulsan al hablar o toser. Para que os hagáis una idea, se puede transmitir tan solo con saludar con dos besos o con un apretón de manos y, tras el contagio, los síntomas suelen aparecer a las 24 horas

  • Dolor muscular
  • Agotamiento
  • Tos seca e irritativa
  • Dolor de cabeza intenso
  • Escalofríos
  • Fiebre alta

Los síntomas de la gripe suelen durar entre 7 y 15 días hasta que nos volvemos a sentir bien. Se trata de una enfermedad a la que debemos prestar especial atención ya que pueden producirse complicaciones, incluso en forma de neumonía, sobre todo en grupos de riesgo como las personas mayores y los niños.       

Como ya hemos visto, la gripe y el resfriado comparten algunos síntomas comunes como la tos y el dolor de garganta. Pero te explicamos cuáles son, generalmente, sus principales diferencias:

  • Si estornudas y tienes la nariz tapada es resfriado y no gripe.
  • Si te duele la cabeza y te sientes agotado, como para no salir de la cama, es gripe.
  • Si toses con flemas es resfriado pero si tienes tos seca se trata de gripe.
  • Si tienes fiebre alta y escalofríos es gripe.
  • Si sufres congestión nasal se trata de un resfriado, ya que en la gripe la nariz suele estar más bien despejada.

Tanto la gripe como el resfriado son enfermedades causadas por virus, por lo que no es aconsejable tomar antibióticos para tratar sus síntomas ¡No van a hacerte nada!

Lo normal es que los síntomas de la gripe y el resfriado desaparezcan por sí solos pero, al causar malestar físico intenso, es normal que recurramos a soluciones para mitigar la intensidad de los síntomas. En este sentido, los preparados a base de plantas medicinales han demostrado ser eficaces, seguros y con menos efectos secundarios que los fármacos de síntesis.

Las plantas medicinales más utilizadas para el tratamiento de la gripe y los resfriados son la equinácea, el saúco, la drosera, la hiedra y las yemas de abeto.

Echinacea, planta medicinal para la gripe y el resfriado

  • Echinacea: es una planta medicinal que potencia las defensas del organismo y le ayuda a combatir los virus, gracias a su actividad inmunomoduladora. Puede utilizarse de forma preventiva o cuando ya estamos enfermos, ya que acorta los síntomas de la gripe y del resfriado.
  • Saúco: posee acción antiviral y revitalizante de las defensas naturales del cuerpo y contribuye a reducir la intensidad de los síntomas gripales y del resfriado.
  • Drosera: ayuda a reducir la tos seca e irritativa gracias a sus propiedades antitusígenas y antiespasmódicas. También tiene acción expectorante.
  • Hiedra: contribuye al mantenimiento de la salud del tracto respiratorio, ya que es un buen expectorante para ayudar a expulsar mejor las flemas.
  • Yemas de abeto: frenan la tos característica de los procesos catarrales. Tienen también efecto antiséptico, por lo que se utilizan para mejorar la irritación de garganta.

Además, ante un proceso gripal o un resfriado, es importante mantenernos hidratados y guardar reposo mientras estemos enfermos. Asimismo, si observamos que los síntomas no remiten tendremos que acudir a nuestro médico de cabecera para que evalúe si sufrimos alguna complicación.

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