El trastorno del aprendizaje puede hacer que a un niño le resulte difícil leer, escribir o hacer un cálculo sencillo. Comprende los signos y qué puedes hacer.

Muchos niños con trastornos de aprendizaje, también llamados discapacidades de aprendizaje, se esfuerzan en la escuela mucho antes de ser diagnosticados. Esto puede afectar la autoestima y la motivación del niño. Descubre cómo reconocer los signos de un trastorno del aprendizaje y qué puedes hacer para ayudar a tu hijo.

¿Qué es un trastorno de aprendizaje?

Un trastorno del aprendizaje es un problema de procesamiento de información que impide que una persona aprenda una habilidad y la utilice eficazmente. Los trastornos de aprendizaje generalmente afectan a las personas con inteligencia media o superior a la media. Como resultado, el trastorno aparece como una brecha entre las habilidades esperadas, basadas en la edad y la inteligencia, y el rendimiento académico.

Los trastornos de aprendizaje comunes afectan las habilidades del niño en la lectura, la expresión escrita, las matemáticas o las habilidades no verbales.

Los trastornos del aprendizaje en la lectura se basan generalmente en la dificultad para percibir una palabra hablada como una combinación de sonidos distintos. Esto puede dificultar la comprensión de cómo una letra o letras representan un sonido y cómo las combinaciones de letras forman una palabra.

Los problemas con la memoria funcional (la capacidad de retener y manipular información en el momento) también pueden desempeñar un papel.

Incluso cuando dominan las destrezas básicas de lectura, los niños pueden tener dificultades con las siguientes destrezas:

  • Leer a un ritmo típico
  • Entender lo que leen
  • Recordar con precisión lo que leen
  • Hacer inferencias basadas en su lectura
  • Ortografía

Se suele llamar dislexia a los trastornos de aprendizaje en la lectura, pero algunos especialistas utilizan este término para describir solo algunos de los problemas de procesamiento de la información que pueden causar dificultades con la lectura.

Expresión escrita

La escritura requiere complejas habilidades visuales, motoras y de procesamiento de la información. Un trastorno de aprendizaje en la expresión escrita puede causar lo siguiente:

  • Escritura lenta y laboriosa
  • Caligrafía que es difícil de leer
  • Dificultad para volcar los pensamientos en papel
  • Texto escrito mal organizado o difícil de entender
  • Problemas con la ortografía, la gramática y la puntuación

Matemáticas

Un trastorno de aprendizaje en matemáticas puede causar problemas con las siguientes habilidades:

  • Comprender cómo funcionan los números y cómo se relacionan entre sí
  • Calcular problemas matemáticos
  • Memorizar cálculos básicos
  • Usar símbolos matemáticos
  • Comprender los problemas expresados con palabras
  • Organizar y registrar información mientras se resuelve un problema de matemáticas

Habilidades no verbales

Los niños con trastornos de aprendizaje de habilidades no verbales parecen desarrollar buenas habilidades básicas del lenguaje y sólidas habilidades de memorización a través de la repetición en forma temprana durante la niñez. Las dificultades están presentes en las habilidades visuales-espaciales, las habilidades visuales-motoras y otras habilidades necesarias en el funcionamiento social o académico.

Un niño con un trastorno de aprendizaje en habilidades no verbales puede tener problemas con las siguientes habilidades:

  • Interpretar expresiones faciales y señales no verbales en las interacciones sociales
  • Usar el lenguaje apropiadamente en situaciones sociales
  • Coordinación física
  • Habilidades de motricidad fina, como escribir
  • Atención, planificación y organización
  • Nivel superior de comprensión lectora o expresión escrita, que suele aparecer en los últimos años de la escuela primaria

¿Qué causa los trastornos del aprendizaje?

Los factores que pueden influir en la progresión de los trastornos del aprendizaje incluyen los siguientes:

  • Antecedentes familiares y genética. Los antecedentes familiares de trastornos del aprendizaje aumentan el riesgo de que un niño desarrolle un trastorno.
  • Riesgos prenatales y neonatales. El crecimiento deficiente en el útero (restricción grave del crecimiento intrauterino), la exposición al alcohol o a las drogas antes de nacer, el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer se han relacionado con trastornos del aprendizaje.
  • Traumas psicológicos. El trauma psicológico o el abuso en la primera infancia pueden afectar el desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de trastornos del aprendizaje.
  • Traumas físicos. Los traumatismos craneales o las infecciones del sistema nervioso pueden contribuir al desarrollo de los trastornos del aprendizaje.
  • Exposición ambiental. La exposición a altos niveles de toxinas, como el plomo, se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos del aprendizaje.

¿Cuáles son los signos de los trastornos del aprendizaje?

No domina las habilidades de lectura, ortografía, escritura o matemáticas en los niveles de edad y grado esperados, o cerca de ellos

  • Tiene dificultades para entender y seguir instrucciones
  • Tiene problemas para recordar lo que alguien le acaba de decir
  • Carece de coordinación para caminar, practicar deportes o habilidades como sostener un lápiz
  • Pierde o extravía fácilmente tareas, libros escolares u otros artículos
  • Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo
  • Se resiste a hacer tareas o actividades que involucran lectura, escritura o matemáticas, o no pueden completar las tareas sin una ayuda significativa
  • Se comporta mal o muestra oposición, hostilidad o reacciones emocionales excesivas en la escuela o al realizar actividades académicas, como hacer tareas o leer

Buscar ayuda para los trastornos del aprendizaje

La intervención temprana es fundamental porque el problema puede agravarse. Un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no será capaz de abordar el álgebra en la escuela secundaria. Los niños que tienen trastornos del aprendizaje también pueden experimentar ansiedad de ejecución, depresión, baja autoestima, fatiga crónica o pérdida de motivación. Algunos niños pueden portarse mal para desviar la atención de sus desafíos en la escuela.

El maestro, los padres, el tutor, el médico u otro profesional del niño pueden solicitar una evaluación si existen inquietudes acerca de los problemas de aprendizaje. Es probable que su hijo primero sea sometido a pruebas para descartar problemas de visión o audición, u otras afecciones médicas. A menudo, a un niño será sometido a una serie exámenes realizados por un equipo de profesionales, incluyendo un psicólogo, un maestro de educación especial, un terapeuta ocupacional, un trabajador social o un enfermero.

La determinación de un trastorno de aprendizaje y la necesidad de servicios se basan en los resultados de los exámenes, el aporte de información por parte de los maestros, los padres o tutores y una revisión del rendimiento académico. Un diagnóstico de ansiedad severa o de trastornos por déficit de atención/hiperactividad también puede ser relevante. Estas afecciones pueden contribuir a retrasar el desarrollo de las habilidades académicas.

Opciones de tratamiento

Si tu hijo tiene un trastorno de aprendizaje, es probable que el médico o la escuela te recomienden lo siguiente:

  • Ayuda extra. Un especialista en lectura, tutor de matemáticas u otro profesional capacitado pueden enseñarle a tu hijo técnicas para mejorar sus habilidades académicas, organizativas y de estudio.
  • Programa de Educación Personalizada. Las escuelas públicas de los Estados Unidos tienen la obligación de proporcionar un programa de educación individual para los estudiantes que cumplan con ciertos criterios de un trastorno de aprendizaje. El Programa de Educación Personalizada establece objetivos de aprendizaje y determina estrategias y servicios para apoyar el aprendizaje del niño en la escuela.
  • Adaptaciones. Las adaptaciones en el aula pueden incluir más tiempo para completar las tareas o exámenes, sentarse cerca del maestro para fomentar la atención, usar aplicaciones informáticas que apoyen la escritura, incluir menos problemas de matemáticas en las tareas o proporcionar audiolibros para complementar la lectura.
  • Terapia. La terapia puede beneficiar a algunos niños. Es posible que la terapia ocupacional mejore las habilidades motoras de un niño que tiene problemas de escritura. Un terapeuta del habla y el lenguaje puede ayudar a tratar las habilidades del lenguaje.
  • Medicamentos. El médico de tu hijo puede recomendar medicamentos para tratar la depresión o la ansiedad grave. Los medicamentos para el trastorno por déficit de atención o la hiperactividad pueden mejorar la capacidad del niño para concentrarse en la escuela.
  • Medicina complementaria y alternativa. Para determinar la efectividad de los tratamientos alternativos, como cambios en la dieta, uso de vitaminas, ejercicios para los ojos, neurorretroalimentación y uso de dispositivos tecnológicos.

El plan de tratamiento de tu hijo probablemente evolucionará con el tiempo. Si tu hijo no progresa, puedes buscar otros servicios o solicitar revisiones del Programa de Educación Personalizada o de las adaptaciones.

Mientras tanto, ayuda a tu hijo a comprender de manera simple la necesidad de otros servicios y cómo pueden ayudar. Además, concéntrate en las fortalezas de tu hijo. Aliéntalo a que descubra intereses que le generen confianza.

En conjunto, estas intervenciones pueden mejorar las habilidades de tu hijo, ayudarlo a desarrollar estrategias para resolver situaciones y usar sus fortalezas para mejorar el aprendizaje dentro y fuera de la escuela.